Suiza y la obra de ingeniería del siglo que conectará Europa de norte a sur
138 años después de la construcción del legendario túnel ferroviario de San Gotardo – una obra maestra completada en 1882 – se ha alcanzado un nuevo hito en la histórica ruta. La apertura del Túnel de Base de Ceneri el 4 de septiembre de 2020 marca la finalización de la obra de ingeniería del siglo: el Nuevo Enlace Ferroviario Transalpino, que forma el corazón de la principal ruta norte-sur para el transporte de carga en Europa y se extiende desde Rotterdam hasta Génova. Luego de los túneles de base de Lötschberg y San Gotardo, esta es la última pieza del rompecabezas para completar el enlace ferroviario a través de los Alpes.
Los Alpes siempre han sido un obstáculo topográfico y cruzarlos exige soluciones innovadoras. Este desafío ha animado constantemente a Suiza a lograr cada vez más avances tecnológicos. Suiza está ubicada en el corazón de Europa, justo en el medio del corredor ferroviario de carga de 2.500 km de largo conocido como el corredor Rin-Alpino, que une el Mar del Norte con el Mediterráneo. A fin de brindar rutas de tránsito más eficientes entre el norte y el sur, Suiza ha invertido importantes recursos en la construcción de tres nuevos túneles de base a través de los Alpes así como líneas de conexión adicionales: el proyecto en su conjunto se conoce como el Nuevo Enlace Ferroviario Transalpino. Tres túneles de base nuevos forman los elementos centrales del proyecto: el de Lötschberg de 34,6 km, el de San Gotardo de 57,1 km (el túnel ferroviario más largo del mundo) y el de Ceneri de 15,4 km, que completa la ruta del Gotardo.
Unir el norte y el sur
Con las rutas de Lötschberg y San Gotardo, Suiza está realizando una importante contribución a la política de transporte europea. La ruta ferroviaria entre Rotterdam/Zeebrugge y Génova es la más utilizada en Europa y según los pronósticos, el volumen de carga transportado tendrá un aumento significativo. Atraviesa el corazón industrial de Europa y conecta prósperas regiones económicas con los centros industriales de Rotterdam, Ámsterdam, Amberes, Duisburg, Colonia, Frankfurt, Mannheim, Basilea, Zúrich, Milán y Génova. Gracias a los nuevos túneles de base del enlace, que cruzan los Alpes al nivel de la planicie suiza y reemplazan las líneas de montaña existentes como las principales rutas de transporte, la capacidad del transporte de carga tendrá un incremento sustancial. La baja gradiente implica que en el futuro los trenes ya no requerirán una locomotora adicional en la ruta de San Gotardo, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero, y posibilitará el uso de trenes más largos con más peso.
La mejora en la ruta norte-sur también implica menores tiempos de viaje y más conexiones para el transporte de pasajeros, acercando más no solo a las diferentes partes de Suiza sino también a los países vecinos. El tiempo de viaje desde Zúrich a Lugano, así como desde Zúrich a Milán se reducirá unos 45 minutos. El Túnel de Base de Ceneri también elevará el estándar en la red ferroviaria regional en el cantón de Ticino, gracias a la marcada reducción en los tiempos de viaje y las mejores conexiones. El Túnel de Base de Lötschberg en la ruta del Simplón también redujo los tiempos de viaje en 20 minutos.
Democracia directa en funcionamiento para una mayor sostenibilidad
El nuevo enlace ferroviario forma parte integral de la política de transporte sostenible de Suiza, que se centra en trasladar el mayor tránsito transalpino posible de la carretera al ferrocarril. El electorado suizo votó a favor del proyecto en varios referéndums y en 1992 aprobó la construcción del enlace transalpino por una amplia mayoría.
La obra brinda un nuevo impulso a la transferencia de la carretera al ferrocarril al ofrecer una alternativa eficiente para el transporte de pasajeros y de carga a través de los Alpes. Con esta política, cada año se pueden evitar unos 800.000 viajes transalpinos de vehículos pesados. Mientras tanto, los ferrocarriles han logrado aumentar su participación a más del 70% de las mercancías transportadas. A pesar del aumento general en el tránsito, el número de viajes de vehículos pesados a través de los Alpes ha disminuido desde 1,4 millones en 2001 a unos 900.000 en 2019. Sin embargo, aún no se ha alcanzado la meta: reducir esa cifra hasta un máximo de 650.000 viajes por año.
Con el nuevo enlace transalpino, Suiza está demostrando solidaridad al ayudar a asegurar la protección de los Alpes mediante un manejo ecológico del flujo de mercancías a través de Europa.
Un hito
Conquistar el macizo de San Gotardo ha sido una travesía ardua y extensa a través de los siglos: comenzando con el desfiladero de mulas a través de la garganta de Schöllenen alrededor de 1230; la diligencia del San Gotardo, que se abría camino por el paso de San Gotardo desde 1830; hasta la apertura del primer túnel a fines de 1880; y finalmente, a la maravilla tecnológica de hoy a través de los Alpes, que culmina con la apertura del Túnel de Base de Ceneri en 2020.
Una cosa es cierta, hay más de un motivo de celebración el 4 de septiembre: no solo la conclusión de uno de los proyectos suizos de ingeniería más grandes de la historia, sino también una estructura de conexión pionera en el corazón de Europa y un hito en el transporte ferroviario del continente.