El legado mundial de Johann Heinrich Pestalozzi – el padre de la educación moderna
Pocas personas han tenido tanta influencia en la educación como el suizo Johann Heinrich Pestalozzi. Su energía, persistencia y valentía, a veces durante períodos de convulsiones políticas y guerra, sentaron las bases y sirvieron de inspiración para pedagogos que le sucedieron como María Montessori. En la actualidad, escuelas de todo el mundo implementan su filosofía.
Pestalozzi fundó varias instituciones educativas, tanto en la región francófona como germanófona de Suiza, y escribió varios libros donde explicaba su innovador enfoque educativo. En el siglo XXI sus ideas, a menudo conocidas como “aprendizaje holístico”, han ejercido una fuerte influencia en los sistemas educativos de muchos países. El principal foco de aplicación de sus teorías pedagógicas es la Fundación Infantil Pestalozzi en Suiza.
Primeros años e influencias
Pestalozzi nació el 12 de enero de 1746 en Zúrich. Al finalizar la escuela secundaria siguió estudiando historia y ciencias políticas, además de griego y hebreo. Toda su vida se vio marcada por una intensa actividad intelectual y filosófica.
Mientras acompañaba a su abuela materna en sus visitas a escuelas y hogares de familias campesinas, se sintió muy afectado por el sufrimiento y el retraso en el desarrollo cognitivo de los niños, una impresión que daría forma a sus futuros ideales educativos.
Quería que todos los niños recibieran una educación adecuada, sin importar si eran ricos o pobres, niños o niñas.
Si bien estaba destinado a ser religioso, Pestalozzi recibió la influencia del filósofo Jean-Jacques Rousseau, cuyos escritos sobre justicia social y educación – en particular Émile o De la educación – tuvieron un impacto muy importante. Adoptó las teorías de Rousseau y las desarrolló aún más, formando sus propios conceptos sociales y educativos. A los 19 años se unió a la Sociedad Helvética, fundada en 1765 por su antiguo maestro, Johann Jakob Bodmer, y contribuyó en su gacetilla.
Las aspiraciones de Pestalozzi en el ámbito jurídico y político se vieron interrumpidas cuando destapó casos de corrupción, lo que le ganó muchos enemigos. Afortunadamente, sus continuos fracasos en los negocios y la agricultura (e incluso en la creación de una escuela industrial) hicieron que retomara la escritura. En 1794, Pestalozzi visitó a su hermana en Leipzig, donde se rodeó de figuras literarias como Goethe, Wieland y Herder, y en el viaje de regreso conoció a Johann Gottlieb Fichte. Este encuentro derivó en su escrito sobre naturaleza humana y desarrollo.
El punto de inflexión fue la abolición de la servidumbre en Suiza en 1798. Pestalozzi decidió convertirse en educador, escribió un plan para una escuela e hizo que lo aprobara el nuevo Ministerio de Artes y Ciencias. Si bien se enfrentaría a muchas pruebas y tribulaciones en su camino, finalmente concretó su ambición de tener un gran impacto en la educación; los principios fundamentales eran la aplicación de la psicología a la enseñanza, igualdad de oportunidades para todos los niños y justicia social. En la actualidad, su énfasis en la educación por “la cabeza, el corazón y la mano” es transmitido por la Fundación suiza que lleva su nombre.
“Construyamos un mundo para los niños”
Este es el lema de la Fundación Infantil Pestalozzi. Lo que comenzó en 1946 como un gesto humanitario en respuesta al sufrimiento de los huérfanos de guerra en Europa, se ha convertido en una singular organización sin fines de lucro comprometida a ayudar a niños y jóvenes, tanto en Suiza como en muchos otros países en todo el mundo. La Fundación se concentra en tres áreas principales: educación, cooperación para el desarrollo y derechos de los niños.
La Fundación es la idea de Walter Robert Corti, quien lanzó un llamado a crear una Aldea Infantil donde los niños pudieran vivir en un espíritu de amistad global. Corti vio este proyecto como una extensión de la reconstrucción europea, a la vez que abría el camino para un cambio de paradigma en los métodos educativos.
La Fundación Infantil Pestalozzi celebró su 75 aniversario en 2021. Para marcar la ocasión, la organización armó una exposición interactiva en su sede central en Trogen, cerca de St. Gallen.
La Aldea Infantil es un lugar de encuentro donde niños y jóvenes de diferentes orígenes y ambientes pueden compartir experiencias. Durante los campamentos y las “semanas de proyectos” que se organizan allí, exploran una amplia variedad de temas, que hasta incluyen robótica y competencias mediáticas. Descubren el verdadero significado de la diversidad y las diferencias en la vida cotidiana, adquieren habilidades de resolución de conflictos y aprenden sobre política y democracia. Por supuesto, los juegos, la cultura y el deporte son también parte de estos eventos.
De las palabras a los hechos
En su carácter de miembro fundador de la Red Suiza de los Derechos del Niño, la Fundación ha sido una fuerte defensora de la implementación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño desde los años 90. A través de informes regulares, campañas y contactos con políticos y profesionales de los medios, la organización asegura que las declaraciones emitidas por el gobierno se vean acompañadas de acciones.
Para más información:
El Informe Anual 2020 es una rica fuente de información sobre las actividades de la Fundación.
Se erigió una estatua en memoria de Pestalozzi en la Bahnhofstrasse en Zúrich. También hay una estatua y un Centro de Investigación y Documentación Pestalozzi en Yverdon.
La película de 1989 La montaña de Pestalozzi es un film biográfico sobre su vida y su carrera (solo en alemán en YouTube).
Algunas cifras
La Fundación Infantil Pestalozzi en números.
En 2020:
- 200.513 niños, niñas y jóvenes se beneficiaron de 127 proyectos en 13 países.
- 16.191 docentes se capacitaron en métodos de enseñanza centrados en el niño.
- 2.123 niños, niñas y jóvenes participaron en 78 proyectos de radio y de intercambio intercultural en la Aldea Infantil y en escuelas suizas.