Huelgas de mujeres en Suiza: de un 14 de junio a otro
Es el 14 de junio de 2019 y una marea violeta está invadiendo las calles de las principales ciudades de Suiza. De hecho, es la segunda vez que las calles suizas se bañan de violeta, el color del movimiento de las mujeres. La primera vez fue 28 años antes, en 1991. Una gran cantidad de mujeres suizas se están movilizando por sus derechos, más específicamente por la igualdad. Las huelgas son relativamente raras en el país, ya que el derecho a huelga está sujeto a condiciones precisas que se enumeran en el Artículo 28 de la Constitución suiza. Antes de llegar a una huelga, los conflictos laborales a menudo se resuelven a través de la mediación entre sindicatos y empleadores. ¿Por qué las huelgas de mujeres son una excepción en la historia de los conflictos laborales suizos? Volvamos a dos días históricos de movilización en un país considerado un modelo de armonía social.
El 14 de junio de 2019 varios cientos de miles de mujeres (y varios miles de hombres) volvieron a tomar las calles de Suiza en protesta. En escenas que replicaban las manifestaciones de 1991, muchas de las manifestantes marcharon por las mismas calles por segunda vez, algunas ahora acompañadas por sus propias hijas 28 años después.
Primera ola
El 14 de junio de 1991, cientos de miles de mujeres de toda Suiza y de todos los colores del espectro político participaron en un movimiento de protesta y huelga para reclamar por sus derechos. Según el Diccionario Histórico de Suiza, fue la mayor movilización pública desde la huelga general de 1918, y siguió siéndolo hasta 2019.
El movimiento de 1991 fue iniciado por mujeres empleadas en el sector de la relojería en el Vallée de Joux que exigían la igualdad salarial. Diez años después de haberse incorporado en la Constitución Federal el artículo sobre la igualdad entre hombres y mujeres, la paridad salarial estaba lejos de ser una realidad, aun cuando este artículo menciona específicamente el derecho a una igual remuneración por un trabajo de igual valor.
Igualdad, un 14 de junio
La elección del 14 de junio no fue arbitraria. En esta fecha en 1981, el pueblo suizo había aprobado un nuevo artículo constitucional sobre la igualdad. Diez años después, las mujeres seguían exigiendo igualdad en el sentido más amplio. Su lema era: ‘Les femmes les bras croisés, le pays perd pied’ (¡Cuando las mujeres se cruzan de brazos, el país tropieza!).
Además de la aplicación del artículo constitucional sobre igualdad salarial, querían igualdad de oportunidades educativas, estar libres de acoso sexual en el lugar de trabajo, derechos iguales bajo la ley de seguridad social, más guarderías para los niños, mejores horarios escolares y una distribución equitativa de las tareas domésticas. También reclamaban el fin de la violencia sexual, la publicidad sexista y la pornografía, y medidas efectivas contra la violación y la violencia doméstica.
Movilizadas por otro 14 de junio
La huelga se organizó “à la Suisse”, con diversas actividades planificadas en forma descentralizada por todo el país. Algunas de las actividades que se mencionan en el Diccionario Histórico incluyen recesos extendidos, pancartas, distintivos de apoyo y manifestaciones de “brazos cruzados”.
Algunas mujeres cesaron sus actividades por un momento y otras se reunieron en sus lugares de trabajo, en la calle, en plazas públicas y en las puertas de las fábricas, tiendas y empresas. Organizaron marchas, sentadas, representaciones y comidas en las calles, puestos callejeros y recorridos por la ciudad durante todo el día. Sus esfuerzos dieron sus frutos. Al finalizar el día el 14 de junio de 1991, la huelga había movilizado a alrededor de medio millón de mujeres.
La huelga de mujeres de 1991 llamó la atención al hecho de que el trabajo de las mujeres, incluido el trabajo en el hogar y el cuidado de los niños, a menudo estaba mal pago o directamente no era remunerado. En el largo plazo, este movimiento ayudó a la adopción de la Ley Federal sobre Igualdad de Género en 1995, y de la legislación que permite el aborto en las 12 semanas posteriores al último período menstrual en 2002 y la licencia por maternidad en 2005, que había estado consagrada en la Constitución suiza desde 1945.
Segunda ola
Sin embargo, la igualdad salarial no se concretó. Entonces otro 14 de junio, pero 28 años más tarde, las mujeres salieron a las calles en una segunda ola violeta.
La movilización de 2019 fue impulsada por sindicatos y organizaciones feministas en respuesta a la enmienda en 2018 de la Ley Federal sobre Igualdad de Género de 1996, que no contempla sanciones por el incumplimiento de la igualdad salarial en empresas que deben llevar controles.
Además de “igual remuneración por igual tarea”, como en 1991, las mujeres seguían pidiendo el reconocimiento de su trabajo doméstico y el fin de la violencia contra ellas.
¿Y los hombres? Muchos se preguntaban cuál sería su papel esta vez, un tema de debate para las organizadoras. Se les pidió a los hombres que no jugaran un papel central. En cambio, se los alentó a ayudar detrás de escena y brindar ayuda logística a las mujeres, ocupándose de los niños para que las mujeres, las niñeras y las maestras de niños pequeños pudieran participar si lo deseaban.
El llamado de Helvetia
El hecho es que, más allá de todos estos eventos del 14 de junio y las manifestaciones ocasionales, no importa cuán multitudinarias, la mejor manera de defender derechos y ser oído en Suiza es participar en política, subirse a un podio y hacer campaña. Con esto en mente, un grupo de mujeres de diversos sectores políticos y profesionales de todo Suiza lanzaron un llamado a alcanzar una meta común: igualdad en la toma de decisiones políticas. Helvetia vous appelle! (¡Helvetia te llama!) se lanzó en 2018 como un movimiento no partidario por más mujeres en la política.
La iniciativa complementó el movimiento de la huelga del 14 de junio alentando a las mujeres a postularse a elecciones, ofreciendo seminarios a mujeres candidatas para ayudarlas a hacer campaña, y presionando a los partidos políticos para que incluyan candidatas mujeres en sus listas electorales. Cuantas más mujeres haya en las listas partidarias, habrá más probabilidades de que veamos más mujeres en el Parlamento.
Tercera ola... elecciones
Las manifestaciones de la primavera dieron frutos en el otoño: por primera vez en la historia suiza, el pueblo eligió más nuevas candidatas mujeres que hombres, tanto para el Consejo Nacional (la cámara baja que representa al pueblo) y el Consejo de los Estados (la cámara alta que representa a los cantones).
De las 200 bancas en el Consejo Nacional, ahora 84 están ocupadas por mujeres, que representan el 42% de los parlamentarios suizos. En el Consejo de los Estados, las mujeres duplicaron su número y ahora ocupan 12 de las 43 bancas. No es una representación igualitaria, pero es una marcada mejora con respecto a las elecciones anteriores. Sobre todo, estos resultados inspiran a las mujeres a postularse a cargos políticos cuando Suiza celebra en 2021 los 50 años del derecho de las mujeres a votar y a presentarse a elecciones federales.