La Fiesta de la Vendimia de Neuchâtel, una tradición viva
La ciudad de Neuchâtel celebra la Fiesta de la Vendimia desde hace más de un siglo. Durante un fin de semana largo a fines de septiembre, las calles de esta pequeña ciudad en la Suiza francófona con algo más de 33.000 habitantes son el escenario de esta fiesta al aire libre. Este festival pone en marcha la vendimia, cuyo fruto será utilizado por los vinicultores de toda la región para producir el vino de este año.
La Fête des Vendanges, como se la llama localmente, se ha convertido en una auténtica institución a lo largo de los años. También es una de las fiestas de la vendimia más grandes de Europa: hasta 340.000 personas participan a lo largo de los tres días. Sostenido por una reputación que trasciende las fronteras del cantón, e incluso del país, este popular festival celebra algo con lo que todo el pueblo suizo se identifica y puede apreciar: ¡un vino de buena calidad!
Celebración de la cosecha lejos de los viñedos
El registro más antiguo de actividades vinícolas en la región de Neuchâtel es un contrato de venta que data del año 944. Pero no fue hasta casi 1000 años más tarde que se organizó en esta región un festival que marca el inicio de la vendimia.
El primer desfile, en 1900, se convirtió en una Fiesta de la Vendimia más elaborada con una variedad de atracciones en 1902. Y desde 1903, el éxito creciente del evento quedó plasmado en programas y posters impresos. Los residentes locales rápidamente prestaron su apoyo a las festividades populares, ya que las ganancias se utilizaban para obras de beneficencia.
Si bien el festival y sus desfiles se convirtieron en un clásico de la región a principios del siglo XX, hubo una interrupción entre 1914 y 1920. El festival se retomó en 1921 con un formato muy similar al que los asistentes disfrutan hoy en las calles de la ciudad vieja – y que se sigue celebrando el último fin de semana de septiembre.
Una pequeña región lacustre, una gran pasión por el vino
Para mantener la calidad y la autenticidad, solo 12 vinos varietales tienen derecho a la etiqueta de denominación de origen protegida de Neuchâtel. Los vinicultores de la región producen tanto vinos blancos – principalmente chasselas, pinot gris y chardonnay – como tintos – encabezados por el pinot noir. Casi la mitad de la producción de pinot noir de la región se utiliza para el Œil-de-Perdrix, una especialidad local que fluye libremente en la Fiesta de la Vendimia.
www.neuchatel-vins-terroir.ch
Si bien la producción de vino orgánico está creciendo en todo Suiza, Neuchâtel encabeza la tendencia. No es una región vinícola importante y el vino orgánico es una manera de diferenciarse de la competencia. Esto ha llevado a una iniciativa para aumentar la producción de vino orgánico en las laderas alrededor del Lago de Neuchâtel. Todos estos vinos se pueden probar durante el festival, especialmente durante la procesión floral del domingo.
Espectacular desfile floral
Desde los primeros años la Fiesta de la Vendimia de Neuchâtel incluye una procesión de carrozas decoradas con flores. Las carrozas, ahora arrastradas por autos en lugar de caballos o bicicletas, son verdaderas obras de arte muy coloridas. Con más de 55 carrozas, este desfile convierte al festival de Neuchâtel en uno de los principales eventos de su tipo en el mundo y hace las delicias de todos los asistentes.
Crear las carrozas para la Fiesta de la Vendimia no es una tarea sencilla. Los diseñadores se ponen a trabajar en la fiesta del año siguiente apenas unos meses después de terminar la anterior. Y como el festival tiene un tema diferente todos los años – este año es ‘El barril mágico’ – cada procesión floral también es única.
Tres semanas antes de que comience el festival, se colocan los armazones de madera y gomaespuma en las plataformas de las carrozas. Luego, en el último momento posible, se decora cada carroza muy colorida con unas 30.000 flores, la mayoría dalias y claveles. Este meticuloso trabajo lo realizan voluntarios de toda la región que aportan su tiempo para continuar esta tradición viva de Suiza.
Un festival popular y unificador
La procesión floral de la Fiesta de la Vendimia es por cierto el punto álgido de todo el evento. El domingo, después de dos días (y noches) agotadoras de diversión, los asistentes pueden ver a la Reina de la Vendimia, probar los vinos servidos por los vinicultores locales y disfrutar la música de las bandas. Encima de todo, cañones de papel picado redecoran las calles cubriendo de color a los 30.000 espectadores.
La procesión floral sigue un circuito por el lado este de la ciudad, pero las partes oficiales del festival se celebran en la zona peatonal del centro histórico a lo largo de unos 180 puestos de empresas y comerciantes locales. La Fiesta de la Vendimia es una oportunidad para que personas de diferentes ámbitos se reúnan para divertirse y celebrar los viñedos de la región. Incluso es común ver políticos – desde funcionarios locales electos hasta consejeros federales – relajados y disfrutando una copa de vino y otras especialidades con la multitud.
Y en un espectáculo que no se puede perder, el sábado a la noche los fuegos artificiales musicales en la costanera de Neuchâtel prenden fuego el lago, agregando un aura de magia a las festividades.
