Tecnología que moviliza
Levantarse del sofá, subir escaleras, cortar pan o cambiar una lamparita: estas tareas de todos los días pueden ser un verdadero obstáculo para las personas con discapacidades. Las tecnologías asistivas están para ayudar con estos desafíos cotidianos, pero eso no es todo. Algunas personas lo están llevando a un nivel de campeonato: como el “cibatlón” internacional en la ETH de Zúrich, una competencia bastante singular.
En el cybathlon, personas con discapacidades físicas compiten para completar tareas cotidianas con dispositivos de asistencia de última generación. A diferencia de los Juegos Paralímpicos, por ejemplo, los participantes del cibatlón en realidad son asistidos por lo último en tecnología robótica. Lo que importa es la interacción entre la persona y el dispositivo que está utilizando. Esto significa que siempre es la persona la que debe tener el control y por eso a los participantes del cibatlón se los denomina pilotos.
¿De dónde surgió la idea de un cibatlón? Millones de personas con discapacidades utilizan sistemas de asistencia técnica todos los días, pero las tecnologías no siempre tienen mucha aplicación práctica, entonces no se acostumbran. Aquí es donde aparece el cibatlón. A fin de encontrar soluciones factibles para situaciones cotidianas que realmente satisfagan las necesidades de las personas, apunta a impulsar la investigación y desarrollo en este campo al reunir a los desarrolladores de tecnología con las mismas personas que están tratando de ayudar.
El cibatlón es la idea del Profesor de Sistemas Sensoriomotrices Robert Riener de la ETH Zurich:
Queremos despertar conciencia sobre los retos que enfrentan las personas con discapacidades físicas todos los días. Eso es lo que hace el cibatlón. Es nuestra forma de contribuir a una mayor inclusividad.
De Cleveland a Tokio
Luego del éxito del primer cibatlón que se jugó en Suiza en 2016, este año se está lanzando la segunda edición. Debido a la pandemia actual de COVID-19, se ha diseñado un nuevo formato global para el cibatlón de este año, que se extenderá del 13 al 14 de noviembre. Esto significa que en lugar de presentarse uno al lado del otro en Zúrich, los pilotos y sus equipos de desarrolladores armarán la infraestructura requerida en sus propios países y competirán desde allí. Las carreras se filmarán bajo la supervisión de representantes del cibatlón y se transmitirán en vivo desde Zúrich en www.cybathlon.com. Habrá muchísimas cosas para mantenerlos entretenidos. Desde Cleveland a París, Tesalónica, Moscú, Hong Kong, Tokio y Melbourne, más de 60 equipos de 40 lugares competirán en unas 180 carreras a lo largo de 10 horas para demostrar lo que lograron juntos en los últimos años.
Cruzar la línea de llegada: con una silla de ruedas o con la mente
Cada equipo está formado por un piloto (que tiene una discapacidad) y un desarrollador de tecnología de una universidad de ciencias aplicadas o de una empresa tecnológica. Alrededor del 70% de los equipos proviene de universidades y el otro 30% es del sector empresarial. Los equipos compiten entre sí en una de las seis disciplinas que se ofrecen en el cibatlón. Sin embargo, el tiempo para llegar a la meta no es el principal factor: lo más importante es que completen la tarea correctamente y en forma segura.
- En las carreras virtuales, los autos son conducidos por medio de señales cerebrales por pilotos paralizados del cuello para abajo. El juego informático especialmente desarrollado usa una interfaz entre el cerebro y la computadora (BCI), una tecnología que apunta a ayudar a las personas con movilidad reducida a controlar una computadora o una silla de ruedas, por ejemplo, con la mente.
En esta disciplina los pilotos parapléjicos utilizan estimulación eléctrica funcional (EEF), que les permite pedalear en una bicicleta reclinada. Funciona colocando o implantando electrodos en la piel de la persona y aplicando corrientes a sus músculos. Esto hace que los músculos se contraigan para realizar un movimiento de pedaleo, por ejemplo.
- En la competencia de prótesis de brazo motorizadas se necesitan habilidades de motricidad fina, una variedad de agarres y un sentido del tacto para poder cortar pan o colgar ropa en una soga, por ejemplo. En esta disciplina compiten pilotos que tienen una prótesis de brazo en uno o ambos lados y se incluyó una nueva tarea en la que deben identificar objetos sólo usando la prótesis, es decir, sin ninguna información visual.
- En la carrera de prótesis de pierna motorizadas, los pilotos se ponen a prueba a sí mismos y a sus prótesis al levantarse de una silla o subir o bajar escalones manteniendo el equilibrio a la vez que cargan objetos extra.
- La carrera de exoesqueletos motorizados es para pilotos con parálisis completa de las piernas como resultado de lesiones de la médula espinal. Las tareas incluyen actividades cotidianas como caminar sobre un piso desnivelado y abrirse camino entre muebles.
Para la edición 2020 se han agregado nuevas actividades en las que los pilotos tienen que usar las manos y mantener el equilibrio sin asistencia.
- Los pilotos con una severa discapacidad para caminar pueden competir en la carrera de sillas de ruedas eléctricas, que incluye tareas que requieren que se maniobre la silla de ruedas – controlada por un joystick, por la lengua o un panel táctil – en espacios confinados o en escaleras.
Suiza a la cabeza
Varios equipos suizos llegaron al podio en el primer cibatlón de 2016, incluidos el equipo de la EPFL, en una carrera de BCI, y un equipo de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Rapperswil en la carrera de sillas de ruedas eléctricas, ambos ganadores del oro.
Nuevamente este año más de diez equipos de Suiza se presentarán en la línea de largada de las seis disciplinas, como el equipo de sillas de ruedas ganador en 2016, cuyo piloto, Florian Hauser, competirá una vez más en el cibatlón de este año en su silla de ruedas personalizada capaz de subir escaleras y equipada con un brazo robótico. En la carrera de prótesis de pierna motorizadas de este año también competirán tres equipos suizos, incluido uno de investigadores de la ETH de Zúrich.
El equipo de BCI de Suiza es una colaboración entre la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur y la ETH de Zúrich. El piloto, Samuel Kunz, se ha estado entrenando duro para conducir el automóvil virtual con la tecnología BCI. Para girar a la izquierda, por ejemplo, Samuel tiene que pensar en mover la mano izquierda. "Las sesiones de entrenamiento eran agotadoras", comenta Samuel, que es tetrapléjico.
Hacer que el cuerpo se mueva solo en los pensamientos es parecido a estar atrapado en algo pegajoso como la miel.
Un equipo de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna también competirá contra nueve contrincantes internacionales en la carrera de bicicletas de EEF de este año. El equipo, que ganó la medalla de bronce en el cibatlón de 2016, corre con ventaja gracias a sus diez años de experiencia. El líder del equipo Kenneth J. Hunt explica:
Queremos desarrollar una bicicleta que sea fácil de usar y asequible.
Desde 2016, el equipo introdujo importantes mejoras en el triciclo reclinado de EEF, como por ejemplo la transmisión automática. "El centro de gravedad del triciclo es realmente bajo, lo que hace que sea muy estable".
Todos son ganadores
¿El ganador se queda con todo? No en el cibatlón, cuyos organizadores insisten que todos los que participan son ganadores. ¿Por qué? Porque poner a prueba prótesis de última tecnología y otros dispositivos de asistencia para verificar su practicidad y facilidad de uso beneficia a todos los involucrados. Y además de los éxitos y hallazgos del cibatlón, también es un evento que reúne a todos, personas con discapacidades, desarrolladores de tecnología y el público, lo que es un paso crucial en el camino hacia una mayor inclusividad en nuestras vidas cotidianas.
Imagen de portada: © ETH Zürich / Nicola Pitaro
Información adicional de la Oficina Federal para la Igualdad de Personas con Discapacidades: No se necesitan solamente avances en la tecnología asistiva para lograr la igualdad de las personas con discapacidades: es necesario eliminar todas las barreras, ya sean estructurales, sociales o incluso psicológicas. Suiza cuenta con una base legal a tal efecto: la Ley contra la Discriminación de la Discapacidad que entró en vigencia en 2004. Gracias a esta ley, Suiza ha logrado grandes avances para mejorar la accesibilidad a edificios públicos y al transporte público. Por ejemplo, ahora hay 819 estaciones de ferrocarril totalmente accesibles (45%) que se pueden utilizar en forma independiente y sin notificación previa. |