Ayuda humanitaria

Ginebra internacional - un laboratorio para la revolución digital en ayuda humanitaria

Las quince organizaciones internacionales con sede en Ginebra y muchas ONG presentes en esa ciudad recurren a los avances tecnológicos para innovar en sus procesos y misiones humanitarias. El siguiente es un resumen de las últimas tecnologías que se están utilizando en ayuda humanitaria.

La innovación está cada vez más presente en las organizaciones humanitarias. Las principales ONG están atravesando cambios sin precedentes gracias al auge de las nuevas tecnologías. Estas nuevas herramientas no solo facilitan la coordinación de operaciones; muchas víctimas pueden hacer uso de los sistemas de ayuda, lo que los hace más eficientes. Las quince organizaciones internacionales con sede en Ginebra también aprovechan el know-how de las start-ups para transformar sus procesos y misiones humanitarias.

Varias han creado unidades de innovación que trabajan en colaboración con la economía privada. En 2007, UNICEF se convirtió en la primera organización en contar con un equipo dedicado a la innovación, seguida por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en 2012. Muchas otras organizaciones han seguido el ejemplo o están por hacerlo, incluyendo el CICR, Terre des hommes, Handicap International y el Programa Mundial de Alimentos.

unicef

Para evitar duplicaciones y alentar las sinergias, lanzaron el Global Humanitarian Lab en 2016. Gracias al apoyo de los gobiernos de Suiza y Australia, este laboratorio de innovación establecido en Ginebra apunta a maximizar sus esfuerzos compartiendo ciertos recursos. Todas estas innovaciones son el resultado de una cooperación cada vez más estrecha con empresas start-up e instituciones de educación superior y centros de investigación en Suiza, siguiendo el ejemplo del CERN, la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y la Universidad de Ginebra, que todos los años organizan hackatones humanitarios con start-ups locales.

Ushahidi, pionero de los mapas de crisis

Patrick Meier, un experto en mapas de crisis oriundo de Suiza, fue el primero en acercar las ONG a la era de la Web 2.0. Su sitio Web, Ushahidi, introdujo la práctica del web reporting para geolocalizar los tweets, mensajes de texto y correos electrónicos enviados por civiles en el terreno y luego volcarlos en un mapa. Todo comenzó en 2011, en el esplendor de la Primavera Árabe, cuando no había un solo corresponsal de las Naciones Unidas en Siria o Libia para informar sobre las necesidades en el terreno. Dada la naturaleza urgente de la situación y la desinformación orquestada por Trípoli y Damasco, que en ese momento negaban el acceso de las ONG a su territorio, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en Ginebra (OCHA) recurrió a los servicios de Ushahidi.

ushahidi
© Ushahidi

Ushahidi, el sistema de rastreo e intercambio de información establecido por el suizo Patrick Meier, es un software de uso gratuito y código abierto que en 2011 permitió que los libios (activistas y periodistas) informaran por SMS, Twitter, correo electrónico y redes sociales sobre las situaciones que presenciaban. Luego Ushahidi agregaba, geolocalizaba y mapeaba toda esa micro información sobre bombardeos, víctimas, arrestos, falta de agua y medicamentos.

El mapa generado por esta información delineaba el frente de batalla a medida que las fuerzas rebeldes o leales a Gadafi avanzaban y se replegaban, y mostraba además los movimientos de refugiados y las carreteras destruidas. Una vez en línea, proporcionaba información en tiempo real sobre las zonas de crisis aguda en el país. En el lenguaje de la Web, esto se conoce como “crowdsourcing”, es decir, la compilación, visualización e interpretación de miles de datos e informes que emanan de Internet.

El sitio fue un éxito instantáneo. En ese momento, la revista estadounidense ‘Technology Review’ incluyó al sitio entre las 25 empresas más innovadoras de 2011, junto con Twitter, Facebook y Zynga. En la actualidad, Patrick Meier se ha convertido en uno de los puentes de la ayuda humanitaria 2.0 y es la mente maestra detrás de casi todas las nuevas tecnologías en este campo.

El valle de los drones del Lago Lemán al servicio de la ayuda humanitaria

El uso de drones es una tendencia creciente en el sector humanitario. En 2014, la Organización de las Naciones Unidas emitió sus primeras pautas sobre el tema. En abril de 2015, cuando el terremoto azotó Nepal, Medair, la ONG suiza con sede en Lausana que se especializa en ayuda en emergencias, utilizó drones para medir la magnitud de los daños, determinar qué zonas requerían la intervención más urgente y planificar las distribuciones a áreas que habían quedado aisladas.

En Suiza varias start-ups están desarrollando productos específicos. Una de estas compañías es Flyability con su Gimball que puede ingresar a edificios colapsados o en llamas y ya se ha puesto a trabajar para algunas ONG. En el futuro, se podría utilizar esta bola de carbono para asistir a los equipos de rescate en terremotos. Gracias a esta innovación, en 2015 la empresa ganó el primer premio de un millón de dólares en la competencia “Drones para el bien” en Dubai.

Flyability
© Flyability

A principios de 2016, Red Line, un proyecto del laboratorio Afrotech en la EPFL, voló sus primeros drones de carga en África. Esta primera flota de drones, que pueden llevar 10kg de carga cada uno, lleva bolsas de sangre y medicamentos a las regiones más remotas.

RedLine
© EPFL

Los drones de Red Line también han permitido aumentar la cantidad de pruebas de detección del VIH en Malawi llevando las pruebas entre los centros de salud y las zonas rurales. Si bien el uso de drones en zonas de desastre crece con rapidez (se estima que será un mercado de 1.200 millones de dólares para 2020), su uso sigue siendo ambiguo y está mal regulado. De hecho, en las zonas de conflicto, el zumbido de los drones es a menudo una señal de ataques aéreos inminentes para las poblaciones locales. Sin embargo, las empresas que desarrollan drones para respuesta humanitaria son entidades comerciales cuyos productos están destinados al uso civil.

Salud, seguridad y electricidad

Un número cada vez mayor de start-ups suizas están innovando en otros sectores humanitarios. En Gland, en el cantón de Vaud, la recientemente creada DBS System recaudó 2,5 millones de francos suizos para su sistema de microextracción de sangre. El sistema se llama HemaXis y consta de un kit no mucho más grande que una tarjeta personal que puede reemplazar los análisis de sangre tradicionales. Los usuarios solo tienen que pincharse el dedo con una lanceta, luego se coloca la gota de sangre en un portaobjetos de plástico y por acción capilar penetra en cuatro microcanales que la transportan hacia un pequeño papel absorbente. La sangre se seca y luego el kit se envía por correo a un laboratorio para su análisis. DBS System ya comercializó la primera generación de su sistema, que es utilizado por laboratorios, universidades y ONG.

Hemaxis
© Hemaxis

En Ginebra, un equipo de investigación del CERN creó OhmPower. Esta solución energética apunta a satisfacer las necesidades de electricidad de los refugiados en los campos. Este sistema muy económico asegura la mejor distribución de la electricidad priorizando servicios esenciales como hospitales, escuelas y edificios de la administración pública, a la vez que se satisfacen las necesidades en cada refugio y permite suministrar electricidad de diversas fuentes. El equipo de investigación está planeando una cooperación con el ACNUR.

OhmPower
© OhmPower

Una cosa es tomar precauciones cuando uno viaja pero otra es contar con detalles precisos de los riesgos implícitos. En esto precisamente está trabajando la start-up de Ginebra SecuraXis. ¿Su objetivo? Proporcionar a las ONG una visión en tiempo real de los problemas de seguridad de una región. Incluso en la actualidad sigue siendo difícil contar con un mapa detallado de los peligros. SecuraXis proporciona información sobre seguridad en tiempo real geolocalizada y mapeada para los trabajadores humanitarios que se desplazan en regiones hostiles. Ofrece un modo único de compartir información online en combinación con herramientas de manejo de la seguridad.

Securaxis
© SecuraXis