Las "ciudades inteligentes" de Suiza, un producto de exportación
Energía, movilidad, arquitectura y economía: gracias a las innovaciones tecnológicas, la ciudad del futuro estará menos contaminada y será más agradable. En Suiza, como en otras partes del mundo, el ecosistema urbano se está reinventando para mejorar la calidad de vida en las ciudades.
El mundo se está volviendo ‘inteligente’. De Malmö a Lyon, de Ámsterdam a Lausana, está emergiendo un nuevo concepto de ‘ciudades inteligentes’ gracias a los datos recogidos por los dispositivos conectados. La ciudad del futuro es una ciudad entera o un grupo de distritos urbanos diseñados de una manera global e integrada con infraestructuras y servicios basados en tecnologías de la información y la comunicación y otras tecnologías innovadoras. En una época en que los centros urbanos consumen dos tercios de los recursos energéticos del planeta y albergan a un tercio de la población mundial – dos tercios dentro de 30 años – hay muchos proyectos en curso para adaptarse a esta realidad.
Suiza sigue una política innovadora en este campo. En 2012, la Oficina Federal de Energía lanzó un proyecto piloto llamado Smart City Suiza, que ha reunido a universidades suizas de ciencias aplicadas, administraciones públicas y empresas para repensar nuestro entorno urbano. En la actualidad Smart City Suiza cuenta con más de 60 proyectos en el país. En respuesta a un desafío urgente, el proyecto está facilitando nuevas colaboraciones científicas e impulsando la innovación en esta área.
El know-how suizo también está despertando interés en el extranjero. A invitación de la Confederación Suiza, las start-ups suizas Smixin y TreaTech presentaron sus trabajos en este campo en la exposición Smart Cities India 2017 en Nueva Delhi el 11 y 12 de mayo de 2017. India, que se estima contará con 500 millones más de habitantes urbanos para el año 2050, está lanzando su primer programa para crear unas 20 ciudades inteligentes. Conozcamos cuatro proyectos que han despertado mucho interés en India.
Edificios inteligentes en Friburgo
Los edificios con certificación Minergie demostraron tener menor eficiencia energética de lo que se esperaba originalmente. La razón es simple: en la práctica, los edificios Minergie no se utilizan como lo pensaron sus diseñadores. Por lo tanto, el Smart Living Lab en Friburgo está diseñando un edificio que se adapte al comportamiento de sus ocupantes y no al revés. Los investigadores también apuntan a lograr una mejor integración de las energías renovables en los edificios. Esto ya es una realidad en una de las fachadas del centro de convenciones de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, compuesta por paneles solares que protegen al edificio de la luz solar directa y a la vez producen electricidad.
En el futuro, sofisticados sistemas de gestión edilicia permitirán que los edificios consuman y produzcan energía simultáneamente. La ciencia de los materiales también es parte de la ecuación, específicamente la investigación sobre componentes de ventilación y aislación para asegurar una óptima calidad del aire, comodidad y salud. Dado que esta investigación tiene repercusiones económicas y legales, el Smart Living Lab también está trabajando junto con diversas facultades de la Universidad de Friburgo. La Escuela de Ingeniería y Arquitectura, por ejemplo, examinará de qué manera los edificios pueden adaptarse a las necesidades de las sociedades futuras.
Arquitectura verde en Zúrich
Los sistemas de gestión de edificios inteligentes ya son una realidad en Zúrich. Desde 2015, se han instalado sistemas interconectados de calefacción, electricidad y refrigeración controlados automáticamente por un sistema de gestión inteligente en varios edificios, como el de Swisscom. El resultado es una importante reducción en las emisiones de CO2, además de espacios habitables en mayor armonía con el entorno natural. La capital económica de Suiza está dando un paso más en el enfoque de la ciudad inteligente: ya se está por completar la construcción de un nuevo distrito en el sur de Zúrich, llamado ‘Green City’, y se espera que los primeros residentes se muden en breve.
El proyecto se completará tres años después del inicio de las obras en la vieja zona industrial de Sihl-Manegg. El nuevo distrito cubre ocho hectáreas e incluye 13 edificios, ocho de los cuales son edificios residenciales. Green City es el primer distrito urbano suizo certificado como zona de 2000 Watts por la Sociedad Energiestadt/Cité de l’Energie. Green City obtendrá el 100% de su suministro energético de fuentes renovables y producirá el 70% de su electricidad dentro de los límites del distrito a través de paneles fotovoltaicos montados en los techos y otros medios. Una red inteligente controlará la generación, distribución y almacenamiento de electricidad. La electricidad excedente se utilizará para vehículos eléctricos o se la almacenará para satisfacer futuras necesidades.
Se ha celebrado un innovador acuerdo de cooperación con la usina eléctrica de la Ciudad de Zúrich para suministrar energía renovable para calefacción y refrigeración a todo el distrito a través de un sistema de pozos subterráneos y sondas geotérmicas. Otra ciudad en la parte germanófona de Suiza, St. Gallen, tiene un proyecto urbano inteligente e interconectado para el distrito de Remishueb. Con el apoyo del gobierno federal, Winterthur se ha embarcado en diversos proyectos relacionados con reciclado de desechos, movilidad, tecnología informática verde y la optimización de los procesos operativos.
La transformación verde de Lausana
Cada ciudad interpreta el concepto de ciudad inteligente a su manera. Pero para ser más ecológicas, sustentables y habitables todas están interconectando sus infraestructuras a través de la tecnología digital. Los datos abiertos están dando origen a nuevos servicios en los campos del transporte, la energía, la seguridad, la salud y el entretenimiento. La ciudad de Pully al este de Lausana está recogiendo datos de teléfonos celulares para comprender mejor los patrones de comportamiento de sus habitantes. Con el apoyo de Swisscom, utiliza sus datos para optimizar el tránsito en el centro de la ciudad. Esta información es clave para entender cómo la gente hace uso de los espacios públicos, cómo se desplazan, qué medios de transporte utilizan y con qué frecuencia los usan.
Lausana, la capital del cantón de Vaud, está construyendo dos grandes eco-vecindarios en el norte y en el sur de la ciudad que se estima tendrán casi 20.000 residentes para 2022. Al igual que en Zúrich, los eco-vecindarios de Plaines-du-Loup en el norte y Près-de-Vidy en el sur de Lausana estarán certificados como zonas de 2000 Watts. Los edificios residenciales y comerciales cumplirán con las últimas normas ambientales y energéticas tanto durante la fase de construcción como una vez concluidos. Lausana también está repensando toda su política de transporte y gestión de residuos.
Ginebra, una ciudad conectada
El cantón de Ginebra está recurriendo a Internet para mejorar la calidad de vida en los espacios públicos. El proyecto ‘Smart Canton’ aprovecha el potencial de las nuevas tecnologías para ofrecer a los residentes infraestructuras duraderas y un entorno más agradable. Con este fin, hay sensores distribuidos por toda la ciudad que interactúan con los objetos conectados como teléfonos y dispositivos GPS. Los datos recogidos por los sensores son analizados para mejorar la calidad de ciertos servicios y equipos.
Actualmente se están desarrollando dos proyectos piloto en la comuna de Carouge, en el cantón de Ginebra. En el primer proyecto se utilizan sensores para brindar a los automovilistas información en tiempo real sobre espacios de estacionamiento disponibles, lo que les permite ahorrar tiempo valioso. El segundo proyecto apunta a modelar el ruido del tránsito en las áreas urbanas. Se planean instalar unos 1.000 sensores para evaluar el impacto de cualquier cambio en el entorno urbano sobre los niveles de ruido incluyendo, por ejemplo, un límite de velocidad más bajo, un nuevo pavimento para las calles o la construcción de un nuevo edificio. La fase piloto se completaría este año.
Implementar el concepto de ciudad inteligente es un enorme desafío. Esta revolución verde incluye no sólo la infraestructura necesaria para el suministro de agua y energía, para transporte, gestión de agua de desechos, disposición de los residuos y telecomunicaciones – todo lo cual es altamente complejo – sino también obliga a las ciudades y a los actores económicos a estudiar las demandas de la sociedad y las numerosas expectativas del público, que desea vivir en espacios atractivos diseñados a escala humana. La capacidad de Suiza de estar a la altura de todos estos desafíos la ha convertido en un modelo para ciudades extranjeras. Para impulsar el concepto de ciudad inteligente se requiere una diversidad de proyectos y partes involucradas y Suiza ha tenido una capacidad inigualable para convocarlos a todos en pos del avance de los proyectos.