Aspectos clave de la protección ambiental en Suiza
La calidad de vida en Suiza se asocia con lagos, montañas y aire puro. Más allá de esta imagen de tarjeta postal, el ambiente natural es una parte integral de la identidad suiza y ha forjado el espíritu nacional. Para proteger este patrimonio ambiental, en los últimos años el Consejo Federal y el pueblo de Suiza han implementado una serie de medidas concretas. Estos son algunos de los aspectos clave de la política ambiental de Suiza.
Proteger los recursos naturales
Crecimiento de la población, mayor consumo y desarrollo económico: estos son los tres principales factores que tienen un impacto en los recursos naturales. Para asegurar su sustentabilidad, Suiza alienta a sus ciudadanos a consumir los recursos en forma responsable y ha implementado una política ambiental que promueve técnicas de explotación optimizadas. Un área de acción, por ejemplo, es favorecer la utilización de energías renovables en la explotación y producción de recursos. La política sobre desechos y productos primarios se desarrollará como parte de la economía verde con el objetivo de cerrar aún más el ciclo de los materiales, promover el reciclado de productos primarios y reducir tanto su demanda como la producción de residuos.
Concentrar la urbanización
La urbanización se encuentra en un estado de evolución permanente; sin embargo, implica el riesgo de dispersión urbana donde las áreas residenciales se extienden pero con una baja densidad de viviendas. La Ley de Planificación del Territorio, aceptada por el pueblo de Suiza en 2013, tiene dos objetivos principales: utilizar el espacio disponible de manera más eficiente y combatir la propagación excesiva de las zonas construidas. Esta es una manera efectiva de limitar la expansión urbana y la construcción en las tierras agrícolas.
Contribuir a la lucha contra el calentamiento global
El cambio climático es un problema global. En Suiza se han tomado varias medidas para limitar el aumento de la temperatura atmosférica a menos de 2°C. El foco se ha puesto en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, una de las principales causas del calentamiento global. Además de un plan de acción adoptado en 2014, el impuesto sobre el carbono se ha revisado hacia arriba. Esto afecta en particular a los sectores de la construcción y el transporte, dos grandes emisores de CO2.
Preservar la calidad del agua: una responsabilidad nacional
Suiza es a veces llamada la “torre de agua de Europa” y posee muchos lagos y ríos, como el Rin y el Ródano, que nacen en su territorio. Las estaciones de purificación que se construyeron en los años 60 y 70 garantizan una muy alta calidad del agua. Para eliminar los microcontaminantes causados por los productos fitosanitarios de la agricultura, Suiza decidió agregar un nuevo paso en el tratamiento de las aguas residuales en más de cien plantas potabilizadoras. El estado de las vías fluviales suizas mejorará para 2030 gracias a las nuevas construcciones en curso y la renovación de las plantas de tratamiento existentes.
Mantener la biodiversidad: compromiso a largo plazo
Las diferencias en altitud, clima y tipos de suelo han creado una riqueza de biodiversidad en Suiza con más de 50.000 especies vivientes. Desde hace unos años la reducción de los hábitats naturales está teniendo un impacto negativo sobre el equilibrio de la fauna y la flora. Más del 30% de las especies estudiadas se encuentran amenazadas. El Consejo Federal fijó una serie de objetivos en la estrategia suiza sobre biodiversidad, incluyendo la definición de zonas protegidas que encabeza el plan de acción para manejar la biodiversidad.
Respiramos bien pero respiraremos mejor
La calidad del aire en Suiza es buena y mejora permanentemente. En los últimos 25 años la emisión de partículas finas en las ciudades se redujo más de un 50%. Para mantener estos buenos resultados, Suiza apoya el desarrollo y uso de tecnologías que contaminen menos. Esto es especialmente así en la industria automotriz – uno de los sectores más contaminantes – donde la Confederación impone normas estrictas sobre las emisiones de CO2 a través de la instalación de filtros de alto rendimiento y convertidores catalíticos en los vehículos.
Los suelos, un rico activo para el equilibrio ambiental
El suelo es una parte esencial de los ciclos ambientales y facilita en particular la absorción de las precipitaciones y la reposición de las capas freáticas. No obstante, la urbanización y la reforestación natural están reduciendo todos los años la superficie total de tierra fértil disponible. El Consejo Federal ha respondido: ahora apoya a los productores agrícolas ofreciéndoles las herramientas para limitar los daños permanentes causados por el uso de la tierra, y capacita a especialistas que asesoran a las constructoras de grandes proyectos de desarrollo.
El paisaje, un activo nacional esencial
El respeto por la integridad del paisaje mejora la calidad de vida, conserva la biodiversidad y ayuda a promover el turismo ecológico. La Oficina Federal de Desarrollo Territorial identificó al paisaje como uno de los factores clave de cualquier proyecto de desarrollo. Esto incluye, por ejemplo, la definición de zonas donde la conservación del paisaje tiene prioridad sobre cualquier otro proyecto, incluyendo los que tienen que ver con la energía, la industria o el transporte. La ambición es simple: respetar y proteger el paisaje ahora más que nunca.