Las gemas ocultas del transporte público de Suiza
¿Gornergrat? Ya estuve. ¿Glacier Express? Ya lo hice. Los fanáticos de Suiza ya conocen y aman las gemas del transporte público del país. Pero hay muchos viajes y medios de transporte que no son tan conocidos. Por eso, ahora es el momento perfecto para descubrir algunos de estos tesoros ocultos, y Suiza tiene muchos.
Con 13.488 trenes, 6.390 tranvías y autobuses, 155 barcos y más de 40.000 ferrocarriles funiculares y de cremallera, Suiza cuenta con la red de transporte público más densa del mundo (Fuente: SPTU, 2016/17). Obviamente no los conocemos todos, por lo que un viaje a algunas de las regiones y valles menos conocidos de Suiza merece doblemente la pena. Nos esperan abundantes experiencias únicas en el transporte público suizo. Así que saltemos a bordo para encontrar algunos consejos útiles para viajeros.
Verticalp Le Châtelard
¿Funicular, tren panorámico y mini funicular todo en uno? ¡Claro que sí! The Verticalp en Le Châtelard presume probablemente de la combinación más fascinante de espectaculares ferrocarriles de montaña que Suiza tiene para ofrecer. Primero, se toma el funicular hacia Les Montuires. La vía empinada y las ventanas en el techo nos permiten disfrutar vistas espectaculares del lago y las montañas durante todo el trayecto. Cuando llegamos a la cima, una corta caminata nos lleva al tren panorámico de aspecto común y corriente. Se parece a los trenes urbanos que vemos en cualquier ciudad o pueblo grande, pero el parecido termina allí. Con sus vagones abiertos este tren ofrece la mejor experiencia panorámica. Una suave brisa de montaña nos acompaña mientras el tren se aferra a la montaña en su recorrido hacia el pie de la represa. Y desde allí todo se vuelve más íntimo: el mini funicular, que puede transportar hasta diez personas, nos lleva al Lac d’Emosson (a 1.930 m de altitud), el segundo embalse más grande de Suiza. ¡Disfruten un viaje al corazón de las montañas del Valais!
El elevador Hammetschwand
Con 152 metros de longitud, el elevador Hammetschwand en el Bürgenstock cerca de Lucerna era no solo el ascensor más largo del mundo, sino también el más veloz. No era apto para cardíacos, y los pasajeros a menudo salían tan pálidos como un trozo de queso suizo. Por eso en la actualidad el ascensor se mueve a menor velocidad. Pero el trayecto, que dura menos de un minuto, sorprende a los visitantes desde hace 110 años y sigue siendo tan espectacular como las vistas panorámicas de las laderas alpinas, el Lago de Lucerna y parte de los Alpes que se pueden disfrutar desde la cima.
Teleférico de cuento de hadas
Había una vez una pequeña aldea llamada Grächen, enclavada en las montañas del Valais. Era típicamente suiza de pies a cabeza, con verdes praderas, vacas pastando, montañas imponentes y bonitas cabañas de madera. Pero esta aldea tenía un pequeño secreto: unos teleféricos partían desde el centro de la aldea para llevar a los visitantes hasta el Hannigalp. No son teleféricos comunes. Cada uno está dedicado a un cuento de hadas específico, por lo que se puede viajar hasta la cumbre en compañía de Caperucita Roja y el Sastrecillo Valiente. El exterior de cada teleférico está decorado con escenas del cuento y en el interior los cuentos son narrados por la actriz suiza Silvia Jost. Cada cuento dura exactamente lo que dura el viaje. Prepárense para una experiencia simplemente mágica.
Viajes en barco por los ríos de Suiza
Los cruceros en Suiza son emocionantes y confortables a la vez. Están disponibles en los numerosos lagos del país y en ríos como el Aar. El MS Siesta zarpa desde Biel-Bienne, atravesando paisajes pintorescos y bonitas aldeas en su trayecto hacia Solothurn. Además de las impresionantes vistas, se puede disfrutar también una copa de buen vino en el restaurante a bordo durante la travesía, que dura poco más de dos horas.
Los fanáticos de la navegación por los ríos también deberían aventurarse a la frontera francesa para disfrutar un crucero hasta el Saut du Doubs, que parte varias veces al día desde Les Brenets. Si no lo conocen, ¡no saben lo que se pierden! El viaje los lleva hasta la cascada de 27 metros de alto, el Saut du Doubs, también conocida como la Catarata del Niágara de Francia. Definitivamente vale la pena una visita.
Gonten y el Hoher Kasten
Un viaje a Gonten en Appenzell con su paisaje de postal nos permite experimentar el lado tradicional y puro de Suiza. El trayecto en el Ferrocarril de Appenzell, Appenzell Railway, comienza en Gossau o St. Gallen. El tren serpentea entre casas, exuberantes praderas verdes y un número importante de vacas en su camino a Appenzell. Los vagones también están dedicados a costumbres suizas; los asientos en los trenes más nuevos están decorados con palabras del dialecto local, como ‘Gäässbueb’ (el joven que encabeza el arreo del ganado alpino) y ‘Senne’ (pastor y lechero alpino). Al llegar se puede recorrer el pequeño pueblo de Appenzell o seguir viaje a Gonten – el punto ideal de partida para las caminatas en la región.
Vale la pena un desvío a Brülisau a pie o en tren y autobús (apenas una hora desde Gonten). Desde allí, se puede tomar el teleférico al Hoher Kasten (a 1.793 metros de altura). Un consejo: cuando lleguen a la cima, asegúrense de visitar el restaurante de la cumbre para tomar un café, un plato de sopa o un copioso almuerzo. ¿Qué tiene de especial este restaurante? Gira 360 grados, así que desde la comodidad de nuestro asiento podemos contemplar las espectaculares vistas panorámicas que se extienden desde las montañas y valles de los alrededores hasta Austria al este.
Zug – merece una segunda mirada.
¿Qué podría ser más apropiado que un viaje a Zug, un pueblo inextricablemente unido al transporte público (Zug significa ‘tren’ en alemán)? El pueblo, ubicado entre Zúrich y Lucerna, al principio puede parecer un pueblo más, pero el lago y la montaña del mismo nombre ofrecen un paseo relajante de un día o medio día para todos los visitantes. Ya sea que busquemos un brunch de verano, un buffet de pasta o simplemente una tarde agradable en un crucero, un paseo en barco por el Lago Zug es un imperdible. Luego un breve trayecto en autobús y funicular nos llevan al Zugerberg. Si bien no es particularmente alto (925m) y a primera vista no es impresionante, no se dejen engañar. La montaña local tiene mucho para ofrecer: paseos en scooter, tours en Segway, senderos para caminata y bicicletas, un parque de juegos de aventuras y una excelente gastronomía. La vista también es bastante especial. Este viaje definitivamente merece un lugar en nuestro itinerario.
Las excursiones en transporte público suizo siguen siendo una experiencia en sí mismas. Desde las muy conocidas a los secretos bien guardados, todas son inolvidables.
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