Transporte con huella de carbono cero para ayudar al medioambiente
Las empresas suizas están comprometidas con una movilidad más limpia y con la reducción de la contaminación causada por el transporte.
El transporte es la mayor fuente de emisiones de CO2 a nivel global. Esto también es así en Suiza, donde el transporte representa más de un tercio del total de emisiones de carbono, superando a la industria y los hogares. Suiza es muy consciente de los problemas causados por la contaminación y por lo tanto se está uniendo a otros países en la transición al transporte con huella de carbono cero. Los desafíos son considerables pero hay soluciones. Veamos algunas de las empresas suizas que están diseñando la movilidad del mañana.
Softcar
La tracción en las cuatro ruedas del futuro será eléctrica y reciclable. Esa es la visión de Softcar: minimizar la huella de carbono de un automóvil en todos los niveles, desde el punto de producción y durante todo su ciclo de vida hasta que finalmente se lo recicla. El Softcar, construido con materiales poliméricos y compuestos avanzados y por lo tanto totalmente reciclable, se convertirá en el primer automóvil del mundo 100% ecológico. Con menos de 1.800 piezas, comparado con las más de 45.000 de los autos convencionales, el Softcar funciona únicamente a propulsión eléctrica. Su diseño altamente aerodinámico reduce la energía gris del vehículo. El inicio de la producción a gran escala está programado para junio de 2021.
Vehículos pesados, huella liviana
Designwerk originalmente fabricaba baterías y cargadores, pero desde hace varios años vende sistemas de propulsión eléctrica para camiones y utilitarios de hasta 40 toneladas bajo la marca Futuricum. Sus sistemas de propulsión 100% eléctrica con baterías integradas se pueden usar con muchos fines diferentes – recolección de residuos, entrega de productos y logística agrícola y de la construcción – o se pueden personalizar para satisfacer demandas específicas de los clientes, por ejemplo mediante el suministro de unidades eléctricas de potencia auxiliar. Estos vehículos eléctricos son mucho más silenciosos que sus equivalentes diesel, lo que los hace ideales para la entrega de productos y la recolección de residuos en el centro de las ciudades. Además crean menos contaminación del aire y acústica. Varias ciudades suizas ya han adquirido estos camiones eléctricos que no emiten CO2. Los Países Bajos y Alemania también los están probando.
Navegación eléctrica
Los barcos también están adoptando la propulsión eléctrica. La empresa suiza Leclanché, proveedor líder de soluciones de almacenamiento de energía, ha equipado el ferry 100% eléctrico más grande del mundo, Ellen. El sistema de baterías de Leclanché, que permite que el ferry recorra 41 kilómetros – siete veces más que cualquier otra ruta de transbordadores eléctricos – tarda unos 30 minutos en recargarse. El Ellen puede transportar hasta 200 personas y unos 40 vehículos y cubre el trayecto entre los puertos daneses de Søby y Fynshav desde 2019. En términos de tecnología de seguridad, Leclanché también desarrolló un sistema único de prevención de incendios. Si la temperatura sube por encima de determinado nivel, se inyecta automáticamente espuma para enfriarla. Los barcos a propulsión eléctrica representan un paso más hacia la movilidad libre de CO2. Gracias a la experiencia de Leclanché y sus socios, se espera que surjan otros proyectos similares.
Recargando baterías
Green Motion se estableció en 2009, cuando Suiza tenía menos de 50 vehículos eléctricos en las calles. La empresa suiza diseña y fabrica estaciones de carga para vehículos eléctricos que se pueden usar en casa o instalarse en estaciones de servicio públicas. Las estaciones de carga son compatibles con casi todos los conectores de los vehículos eléctricos y tienen la mejor tasa de conversión de corriente del mundo, con menos de 4% de pérdida. Además se las fabrica lo más cerca posible de los lugares donde se las instala. Ya se han instalado las estaciones de carga para vehículos eléctricos de Green Motion en varios países, como India, China, los EE. UU. e Israel.
La empresa asimismo desarrolla software para administrar las redes de carga y actualmente está trabajando en estaciones de carga para aviones eléctricos además de cargadores a bordo para los autos eléctricos.
Aún móviles, pero sin el CO2
Suiza ya posee transporte público libre de CO2 como el autobús TOSA de ABB, que funciona mediante una recarga rápida sin contacto en las paradas, y el autobús eléctrico HESS. También produce diseños innovadores para pequeños vehículos modulares que son particularmente adecuados para circular en la ciudad y participa activamente en el desarrollo de transporte impulsado por hidrógeno, como el ferrocarril de Stadler Rail. Otras empresas suizas están desarrollando soluciones sin huella de carbono para la movilidad, como la app de venta de boletos FAIRTIQ y la plataforma de gestión de flota de Bestmile. La meta actual de Suiza es lograr un aumento del 15% en el número de vehículos eléctricos en las calles. Con este fin, los vehículos eléctricos y a hidrógeno son particularmente apropiados, siempre que la energía se genere de fuentes renovables. Las start-ups que trabajan en el desarrollo de tecnologías limpias pueden beneficiarse de las condiciones favorables del presente – el futuro del transporte con huella de carbono cero nos espera.