8 tradiciones suizas para el Patrimonio cultural de la UNESCO
El Patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO tiene como objetivo la protección de las tradiciones vivas y de los conocimientos de comunidades locales. En Suiza, ocho tradiciones han sido propuestas para este reconocimiento, con el cual ya cuenta en la actualidad, por ejemplo, la Fiesta de los Viticultores de Vevey.
Cada año, Suiza tiene la posibilidad de proponer a la UNESCO la inscripción de una nueva tradición en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad. El objetivo de este inventario es favorecer la diversidad cultural, protegiendo sobre todo prácticas sociales, rituales festivos o conocimientos locales. Suiza ha designado un grupo de expertos para establecer una lista indicativa de ocho tradiciones que serán sometidas a la organización internacional. Dos de las mismas ya fueron propuestas y las otras serán candidatas en los próximos años.
La Fiesta de los Viticultores de Vevey
Se trata de la primera tradición helvética que fue integrada – en 2016 – en el Patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO. Este gran encuentro teatralizado celebra y valora un elemento central de la cultura regional: el trabajo vitícola. Es la Cofradía de los Viticultores de Vevey quien organiza este evento – en el cual también participan los productores del Lavaux y del Chablais valesano – contando con el apoyo de numerosos voluntarios que se unen a los viticultores y artistas locales para organizar un evento de gran envergadura. Las festividades, que en 1797 se concentraban en un solo día, actualmente se extienden a nada menos que ¡dos semanas! Por otro lado, solamente tienen lugar una vez por generación. ¡La próxima edición será en 2019!
El Carnaval de Basilea
Este evento tradicional muy codificado es presentado este año a la UNESCO para formar parte del Patrimonio cultural inmaterial. Las festividades comienzan el lunes después del Miércoles de Cenizas a las cuatro horas de la mañana con el Morgenstraich. Ocultados bajo disfraces y máscaras, portando linternas, los grupos de carnaval toman las calles aún oscuras de Basilea y las llenan de la típica música “Guggenmusik”, elemento central de las festividades. El carnaval, sin embargo, también sirve de escenario para caricaturar la actualidad: Los grupos de Schnitzelbank recitan en las bodegas y en los restaurantes de la ciudad sus originales poemas satíricos. Los orígenes de este carnaval, hasta hoy elemento constitutivo de la identidad de Basilea, se encuentran en la Edad Media.
Pastoreo alpino de verano en Suiza
Cada verano los ganaderos suizos llevan a sus rebaños a las praderas de montaña. Esto constituye una forma de vida que implica una gran variedad de conocimientos, dentro de la cual la más emblemática es sin duda la elaboración del queso de pastos alpinos. Para este estilo de ganadería – y con el trasfondo de la creciente mecanización de la agricultura – que implica el mantenimiento de los prados, son necesarias técnicas artesanales y ancestrales dignas de protección. Además, las fiestas y tradiciones como el “inalpe” y el “desalpe” (ascenso y descenso de las vacas), la lucha de vacas o la Bénichon (fiesta de la cosecha) son inseparables de este modo de vida rural – aparte de testimoniar la importancia de las tradiciones en Suiza y atraer a curiosos de todo el mundo. Por todas estas razones, el pastoreo alpino de verano merece figurar en la lista de la UNESCO.
Las procesiones de Semana Santa en Mendrisio
Durante la Semana Santa, la Comuna de Mendrisio (Cantón del Tesino) se convierte en el escenario de importantes procesiones. Esta tradición religiosa de 350 años comienza en la noche del Jueves Santo: la iluminación pública es reemplazada por impresionantes paneles iluminados – los más antiguos se remontan a fines del siglo XVIII – que muestran escenas bíblicas, mientras que actores vestidos en trajes de la época ponen en escena la Pasión de Cristo. Más de 600 personas participan en la solemne procesión de Jueves y Viernes Santo.
El diseño gráfico y tipográfico suizo
Sea en carteles, logotipos u objetos cotidianos: hoy en día el diseño gráfico y la tipografía son instrumentos de comunicación visual omnipresentes. Y el desarrollo de un estilo helvético ha contribuido a la evolución de estas herramientas en el plano internacional. Este patrimonio – que está al servicio del dialogo intercultural – se ha visto favorecido por el crecimiento económico del país y la excelencia de la formación profesional en la materia. Todos hemos, por ejemplo, utilizado alguna vez la letra « Helvetica » que, creada en 1957 por el grafico suizo Max Miedinger, se hizo famosa a través de su uso en la señalización del metro de Nueva York.
La gestión de riesgos de avalancha
La imagen de Suiza está intrínsecamente vinculada a la montaña y la nieve. Sin embargo, estas condiciones medioambientales también implican riesgos que se han tenido que domesticar para poder desarrollar el turismo de montaña. Por eso, y durante siglos, los suizos han adquirido conocimientos profundos sobre la gestión de riesgos de avalancha – de la cual actualmente se ocupan los guías de montaña, los responsables de las estaciones de deporte de nieve y los investigadores. Este “saber-cómo” es el resultado de la observación de la naturaleza: los estudios sobre las precipitaciones y los diferentes tipos de capas y copos de nieve permiten evaluar los riesgos, para luego minimizarlos a través de construcciones de protección o el desencadenamiento artificial de avalanchas. Estos conocimientos científicos y tradicionales, transmitidos de generación en generación desde hace siglos, son dignos de formar parte del Patrimonio cultural inmaterial.
El canto tirolés
La famosa técnica vocal, que es emblemática de las montañas suizas, también figura entre las tradiciones aspirantes. Este canto sin palabras implica un paso rápido de la voz de pecho (modal) a la voz de cabeza (falsete) y viceversa, modulado por una secuencia de vocales y de consonantes. El canto tirolés, que se divide en diferentes tipos, ofrece una variedad musical (muchas veces insospechada) que abarca desde el canto lírico y clásico hasta el canto arcaico. El sonido del canto tirolés natural varía según la región, y en la actualidad esta técnica tradicional se transmite en el seno de las familias, de las asociaciones o directamente de un cantante al otro.
Los conocimientos en materia de mecánica relojera
Los relojes suizos, famosos en todo el mundo, figuran entre los objetos más emblemáticos del país. Ahora será propuesta la inclusión de los conocimientos propios de la relojería, que marcan la identidad de varias regiones helvéticas, al Patrimonio inmaterial de la UNESCO. Y es que el saber hacer manual y muy específico de esta industria – que incluye diferentes oficios altamente especializados – perpetúa técnicas y conocimientos que hay que preservar. La mecánica suiza también está ejemplificada a través de la fabricación de autómatas y cajas de música, un ámbito que ha conservado sus elementos de artesanía artística en Sainte-Croix (cantón de Vaud). Proponer esta tradición para el Patrimonio inmaterial de la UNESCO significa valorizar tanto la formación relojera como también la destreza manual, tan indispensables para lograr una alta precisión técnica. Hasta hoy en día, los robots industriales son incapaces de competir con la minuciosidad de los trabajadores de esta industria manufacturera.
Algo de información de trasfondo: En 2008, Suiza ha ratificado la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. Desde entonces se está elaborando un inventario para identificar y catalogar las tradiciones helvéticas. En este sentido, un mapa geográfico que reúne un total de 167 tradiciones vivas ha sido publicado (y puesto a disposición en línea) por la Confederación Suiza.