Alfred Escher: un visionario de la Suiza moderna
Alfred Escher fue una figura clave detrás de la construcción del primer túnel de San Gotardo además de cofundador de los antecesores del Credit Suisse y de la ETH de Zúrich, y como tal tuvo una influencia profunda y duradera en la transición de Suiza hacia la era moderna. En el incipiente estado federal suizo de mediados del siglo XIX, un hombre surgió como ningún otro en la historia suiza para capitalizar los cambios que se producían y moldear gran parte del desarrollo político y económico del país. Aquí echamos una mirada a los extraordinarios y perdurables logros del oriundo de Zúrich, Alfred Escher.
Johann Heinrich Alfred Escher vom Glas, conocido como Alfred Escher, nació el 20 de febrero de 1819 en una influyente familia de banqueros y comerciantes de Zúrich. A pesar de sus orígenes privilegiados, desarrolló su carrera política como liberal, alejado del camino conservador que se esperaba de él. Rápidamente construyó una red de aliados y se convirtió en uno de los principales proponentes del liberalismo económico en Suiza.
Rey Alfred I
Alfred Escher comenzó su carrera política a temprana edad, tanto a nivel cantonal como federal. En 1844 fue electo al parlamento cantonal de Zúrich, el Gran Consejo, en representación de los liberales. Fue miembro del Gran Consejo hasta 1882 y se desempeñó como su presidente en varias oportunidades. Entre otros puestos políticos, fue miembro del gobierno cantonal de Zúrich desde 1848 hasta 1855.
El ascenso de Escher en la política nacional no fue menos rápido. Con apenas 29 años, fue electo al primer Consejo Nacional del nuevo estado federal, del que fue designado vicepresidente. En 1849 fue electo Presidente del Consejo Nacional, el principal representante del pueblo suizo, un puesto que ocupó en cuatro oportunidades. Escher acumuló hábilmente prominentes puestos políticos durante toda su carrera e hizo un uso estratégico del poder que le aportaban esas posiciones. Con su fuerte personalidad y un amplio apoyo político y empresarial, Escher se convirtió en uno de los políticos más influyentes del joven estado federal suizo. No obstante, al ocupar tantos puestos públicos, también enfrentó fuertes críticas por su concentración de poder, lo que le valió el apodo de 'Rey Alfred I'.
Un pionero de los ferrocarriles
Puede decirse que el proyecto ferroviario de San Gotardo fue el mayor éxito de Escher. A medida que Suiza se unía a la carrera hacia la modernización, Escher creía firmemente en la importancia de formar parte de la red ferroviaria europea. Estaba decidido a fomentar el desarrollo ferroviario del país para que Suiza no quedara aislada de los países vecinos.
La construcción de líneas férreas era tema de intensos debates en el estado federal recién fundado, y los mayores desacuerdos se referían a su implementación. Sin embargo, Escher expandió su influencia y con la nueva Ley de Ferrocarriles de 1852 logró su objetivo de colocar la construcción y operación de los ferrocarriles en manos privadas en lugar de bajo el control estatal. En 1853 fundó el Ferrocarril Suizo del Noreste, que con los años se expandió hasta convertirse en la mayor compañía ferroviaria en la Suiza de habla alemana.
El boom de los ferrocarriles provocó una demanda creciente de mano de obra calificada en este nuevo sector industrial, pero en esa época Suiza no tenía ninguna institución de educación superior técnica o en ingeniería. Entonces Escher se puso en campaña en 1854/55 para establecer el Instituto Politécnico Federal, hoy conocido como la ETH Zúrich y una de las universidades más reconocidas del mundo. La fundación de la ETH Zúrich fue un hito importante en el campo de la educación y la investigación en Suiza.
Proyecto Transalpino
Si bien la red ferroviaria suiza se expandió significativamente en la década de 1850, todavía no había un enlace norte-sur. Escher se valió de sus conexiones políticas y empresariales y consultó a expertos y autoridades tanto suizas como extranjeras para impulsar sus planes de un enlace ferroviario transalpino. Así nació la idea del proyecto del Gotardo, un túnel ferroviario a través del Macizo de San Gotardo. La Compañía Ferroviaria del Gotardo se fundó en 1871, con Escher como presidente. Sin embargo, frente a crecientes críticas a la planificación e implementación del proyecto, añadido a demoras en la construcción y costos que excedían por mucho el presupuesto, Escher se vio forzado a dejar el cargo. Para el hombre que había luchado tanto por la propiedad privada, tener que recurrir a subsidios federales fue un golpe más duro que para cualquier otro. No fue invitado a la ceremonia de colocación de la primera piedra del túnel en 1880 y cuando se completó el proyecto en 1882, Escher estaba demasiado enfermo para asistir a la inauguración. Hoy el túnel de San Gotardo desempeña un papel fundamental en la política de transporte suiza y Suiza es un importante país de tránsito para el transporte de bienes por toda Europa.
Un nuevo banco para recaudar capital para los ferrocarriles
A medida que subía la demanda de construcción de líneas férreas, también aumentaba la necesidad de financiamiento de capital. En esa época, la inmensa cantidad de financiamiento necesario sólo estaba disponible en el extranjero: ninguna institución financiera suiza podía financiar proyectos de esta magnitud. Por lo tanto, con el fin de tener más independencia para recaudar capital, Escher creó un nuevo banco de inversiones, Schweizerische Kreditanstalt, en 1856. Ahora conocido como Credit Suisse, tiene su casa matriz en la Paradeplatz en el centro de Zúrich desde 1873.
Con la creación de esta institución financiera fue posible recaudar capital para los ferrocarriles de inversores privados y sin influencia extranjera. El nuevo banco financió también otros emprendimientos privados y estatales y fue evolucionando hasta convertirse en una fuente importante de financiamiento para la economía suiza. En 1857 Escher se involucró también en la fundación de Schweizerische Lebensversicherungs- und Rentenanstalt, la primera institución de seguros de vida y retiro de Suiza, ahora conocida como Swiss Life, con el capital de Schweizerische Kreditanstalt como garantía. En la actualidad, Swiss Life y también Swiss Re son insignias internacionales de la experiencia suiza en finanzas y seguros. Y Zúrich se ha convertido en el principal centro industrial y financiero de Suiza.
Legado
Alfred Escher fue un pionero en los primeros tiempos del estado federal suizo moderno. Mediante el uso astuto de sus habilidades políticas y empresariales, concretó proyectos de enorme importancia para Suiza. Fue el impulsor del desarrollo político y económico de Suiza en el siglo XIX y fue fundamental para guiar al país hacia la era moderna. Incluso hoy, casi 200 años más tarde, sus logros perduran en la realidad económica de la Suiza actual, como gran centro financiero, país de tránsito de carga ferroviaria y un centro de educación e investigación líder a nivel mundial.
Frente a la estación central de Zúrich, en el extremo de la Bahnhofstrasse, se levanta una estatua de Alfred Escher que simboliza el punto en el que el mundo de los negocios y las finanzas se une con el de la industria y los ferrocarriles. ¡Muy merecido!