Cinco tradiciones invernales que sólo se ven en Suiza
Estas tradiciones pueden parecer un espectáculo terrorífico y extravagante para los forasteros. Pero para los suizos, forman parte del invierno: tradiciones vivas que se mantienen inmutables a través de las generaciones.
Incluso en un país tan pequeño como Suiza, cada región o pueblo tiene sus propias costumbres para enfrentar el rigor del invierno. Estos eventos recurrentes siempre han sido una parte importante de la vida de las poblaciones alpinas. Arraigadas en cuestiones sociales del pasado, creencias religiosas o eventos históricos, las tradiciones invernales sirven como punto de referencia ante la impredecible naturaleza. La mayoría comparten el propósito de alejar a los fantasmas del invierno para dar la bienvenida a la primavera.
El Tschäggättä en Lötschental
Desde el día después de la Fiesta de la Candelaria hasta el Miércoles de Ceniza
En lo profundo del Valais hay un valle que estuvo alejado de la civilización hasta el siglo XX. El Tschäggättä combina mitos y leyendas de una época en la que ahuyentar el invierno implicaba la supervivencia de los montañeses del Lötschental. Según la tradición, desde el día después de la Fiesta de la Candelaria hasta la víspera del Miércoles de Ceniza, los hombres solteros se disfrazaban con máscaras estrafalarias hechas de madera de pino de la zona, piel de oveja o cabra y cencerros.
Los Tschäggättä persiguen a todo el que se cruce en su camino para frotarle nieve en la cara. Algunas de estas máscaras tienen una sonrisa siniestra; otras son simplemente grotescas y muestran dientes reales de animales. La tradición ha evolucionado desde la década del 50, y ahora también participan los hombres casados. Además, desde hace algunas décadas las oficinas de turismo promocionan el evento para atraer turistas de otros lugares. ¡Hasta hay un museo dedicado a esta tradición!
Harder Potschete en Interlaken
dos de enero
Uno de los primeros eventos del Año Nuevo es el Harder Potschete, una tradición arraigada en el pasado de Interlaken. Según la costumbre, los hombres jóvenes exigían a las autoridades monásticas que les proveyeran pan, vino y dinero para el año nuevo.
Con el tiempo, el 2 de enero se transformó en un día de ajuste de cuentas entre las ciudades enfrentadas de Interlaken y Unterseen. Hasta hace unos 60 años, jóvenes enmascarados se enfrentaban a golpes de puño en la calle para resolver viejas disputas.
Hoy en día, los personajes enmascarados llamados Pots alejan los espíritus del año pasado y dan la bienvenida al nuevo. A pesar de su aspecto terrorífico con sus máscaras de madera talladas a mano, su comportamiento ruidoso y la manera en la que persiguen al espectador ocasional, los Pots tienen una atracción mágica que no hay que perderse.
Chalandamarz en los Grisones
1 de Marzo
La tradición invernal más conocida de los Grisones es el Chalandamarz, una costumbre romanche que se celebra el 1 de marzo. La fecha coincide con el Año Nuevo en el antiguo calendario romano, y la tradición data de la época en que la región estaba ocupada por el Imperio Romano.
Estas profundas raíces históricas podrían ser parte de la razón por la cual el Chalandamarz ha sobrevivido a través de los años. El objetivo es alejar a los malos espíritus con el sonido de las campanas; cuanto más ensordecedor el ruido, más rápido se supone que se desvanece el invierno y aparece la primavera. Durante la mañana del 1 de marzo, niños vestidos con trajes rurales típicos desfilan alrededor de la fuente del pueblo. Desde allí, visitan las casas de los vecinos donde cantan canciones tradicionales a cambio de golosinas.
Los detalles de los eventos del día son diferentes para cada región. En Zuoz y Samedan, por ejemplo, el festival es exclusivamente para varones (como fue tradicionalmente). En Ftan, el Chalandamarz es similar al carnaval y en Poschiavo se quema simbólicamente el invierno en la figura de un muñeco de nieve.
Pschuurimittwucha en Splügen
Miércoles de Ceniza
Este evento es parte de la cultura del carnaval de Splügen en el cantón de los Grisones. Se celebra el Miércoles de Ceniza, cuando los llamados Pschuuris desfilan por el pueblo a la pesca de jóvenes solteras y niños para embadurnarles la cara con grasa y carbón. En los viejos tiempos, las “víctimas” planeaban rutas de escape y en realidad se consideraba un honor haber podido escaparse sin quedar ‘ennegrecidos’.
La tradición ha resistido la prueba del tiempo. Al investigar esta costumbre, descubrí que la mañana del Pschuurimittwucha pertenece a los niños que recorren el pueblo para recoger golosinas diciendo "Ds Eischi oder das Maidschi" (que significa "el huevo o la niña" en alemán suizo). ¡Este podría ser el origen de Halloween!
Chienbäse en Liestal
Primer Domingo de Cuaresma
El fuego es un ingrediente elemental en muchos ritos, y la ciudad de Liestal no es una excepción. Una vez al año, en el primer domingo de Cuaresma, se realiza el espectacular encendido de antorchas de madera de pino hechas a mano. Como habrán adivinado, el nombre de estas antorchas en el dialecto local es Chienbäse.
Las festividades comienzan con un desfile de bandas de carnaval que llevan faroles pintados. Luego, a las 7.15 de la tarde en punto, se reúnen las antorchas y veinte carros de madera en la Burgstrasse, desde donde la procesión inicia el recorrido de la ciudad vieja. En la oscuridad total, la introducción simbólica de la luz es una tradición del fin del invierno con una profunda resonancia. Se dice que desde que el festival Chienbäse es organizado por el ayuntamiento de Liestal, el evento se ha vuelto bastante turístico.