DISEÑO SUIZO: nueve objetos que se han convertido en objetos de culto
Le Corbusier, Jürg Bally, Kurt Tuth, Christophe Guberan, Nicolas Le Moigne, Adrien Rovero, Atelier Oï y Big-Game son algunos de los cientos de nombres que han contribuido al renombre internacional del diseño suizo. Los diseñadores suizos de ayer y de hoy expresan y cultivan una identidad única basada en el minimalismo, la calidad, la funcionalidad y la innovación. Veamos nueve objetos fascinantes e indispensables.
La silla Landi, la silla que inspiró a Charles y Ray Eames
La silla Landi, creada por el diseñador suizo Hans Coray, fue la silla oficial de la Exposición Nacional Suiza de 1939 (conocida localmente como la “Landi”). Discreta elegancia, robustez e innovación técnica: esta silla se convirtió en un clásico del diseño del siglo XX que inspiró a generaciones de diseñadores. Charles y Ray Eames tenían varias en su hogar en California y en los años 50 la carcasa moldeada tridimensional los inspiró para crear la silla Eames en fibra de vidrio. A pesar del éxito de su silla, Coray no obtuvo ninguna ganancia porque nunca la patentó.
Mondaine, el reloj oficial de los ferrocarriles suizos
Mondaine es un clásico del diseño industrial – sobrio y funcional. Este reloj está presente en todas las estaciones de tren en Suiza y también se lo puede encontrar en otros países. En 1944, Hans Hilfiker, empleado ferroviario, tuvo la ingeniosa idea de crear un reloj con un mecanismo particular que permitiera que todos los jefes de estación del país sincronicen sus tareas para asegurar así la puntualidad de los trenes. Mondaine posee la licencia de producción desde 1986 y ahora produce una versión en reloj pulsera que se exhibe en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.
El pelador Rex es pequeño pero robusto
El pelador Rex revolucionó el mundo culinario cuando salió a la venta en Zúrich en 1947. Este maravilloso utensilio de cocina fue una idea de Alfred Neweczerzal, quien lo inventó en su garaje. El diseño simple y la forma ergonómica lo convirtieron inmediatamente en un clásico y poco ha cambiado desde su primera versión. Su éxito fue tal que se vendieron más de 50 millones en todo el mundo. El pelador Rex es sin dudas uno de los objetos de diseño más livianos (20 gramos) y menos costosos (CHF 1,80) de la historia y se lo ha exhibido en numerosas exposiciones internacionales, como en las Galerías Nacionales del Grand Palais en París y en el MoMA en Nueva York.
La silla de cinta: un símbolo de la innovación tecnológica suiza
La silla “Loop” para exteriores fue creada por una compañía llamada Eternit en 1954. En aquel entonces, Willy Guhl era uno de los primeros diseñadores de Europa que usó fibrocemento (Eternit) para construir muebles. Este material es fácil de producir y soporta las diferentes condiciones climáticas. La silla rápidamente se convirtió en un ícono gracias a su simpleza estructural y el bajo costo de su proceso de producción. También les valió a sus creadores el premio suizo de diseño “Die Gute Form” en 1955. Pero la silla estuvo a punto de desaparecer porque contenía 10% de asbesto. El MoMA de Nueva York incluso decidió retirarla de su colección. Eternit dejó de fabricar la silla en 1980, pero retomó la producción en 1999, esta vez sin el asbesto.
Helvética, una de las tipografías más populares del mundo
¿Qué tienen en común Skype, BMW, Panasonic, Harley Davidson, American Apparel y Lufthansa? Todos utilizan una variante de la tipografía Helvética en su identidad visual. Este tipo de letra fue creado en 1957 por Max Miedinger, un diseñador gráfico de Zúrich, y con su estética Bauhaus se ha vuelto sinónimo del diseño tipográfico suizo. La gran dama suiza de las tipografías sigue inspirando a diseñadores gráficos de todo el mundo gracias a su estilo minimalista y su legibilidad. La compañía alemana Linotype administra las licencias de la familia tipográfica Helvética.
Los muebles USM Haller: un clásico del diseño de vanguardia
No se puede hablar de los clásicos del diseño suizo sin mencionar a los célebres muebles modulares USM Haller. Esta historia de éxito comenzó con dos hombres y una idea innovadora: crear soluciones de almacenamiento modulares con innumerables configuraciones posibles. Paul Schärer y Fritz Haller fueron las mentes detrás de este diseño minimalista, atemporal, elegante y finalmente exitoso. Los conectores esféricos que hacen posible el sistema modular de USM fueron patentados en 1965, y luego se comercializó el mobiliario con gran éxito. Este objeto de culto integra la colección permanente del MoMA de Nueva York desde 2001.
La lámpara nube: verdaderamente audaz
Susi y Ueli Berger son la versión suiza de Charles y Ray Eames. Este dúo de artistas escribió una página de la historia del diseño suizo (recibieron el “Grand Prix du Design” por sus 40 años de carrera juntos) gracias a sus creaciones pop orgánicas que son a la vez extravagantes y graciosas. A ellos les debemos la lámpara nube (“Wolkenlampe”, 1970), que se unió a su sillón blando (1967) en la colección permanente del MoMA en Nueva York.
Esta lámpara colgante combina dos carcasas de plástico asimétricas. Era un diseño inusual en su momento, cuando las lámparas eran normalmente simétricas.
Revistero TMP, menos es más
Los objetos de diseño necesitan ser algo más que objetos bonitos, y por eso diseñamos el revistero TMP. Se vendieron más de un millón de copias en todo el mundo de este revistero de acero cromado que combina un aspecto gráfico y etéreo con una alta funcionalidad. Esta estructura simple pero sofisticada, creada por el diseñador Willi Glaeser en 1989, permite encontrar fácilmente una revista aun si es la última de la pila. Con su diseño inspirado en una telaraña, este revistero también sirve para acumular papeles para reciclado.
Bolsos Freitag: cuando el diseño se une a la ecología
Los hermanos Freitag nos han brindado una de las mayores historias de éxito de Suiza. En 1993, Markus y Daniel, dos estudiantes de diseño gráfico de algo más de 20 años, crearon sus primeros bolsos (para su uso personal) con materiales de descarte: lonas de camiones, cinturones de seguridad y cámaras de ruedas de bicicletas. No podían imaginarse que diez años después sus bolsos serían objetos de culto, emblemas de la cultura urbana, exhibidos en las colecciones de diseño del MoMA en Nueva York y que se venderían en todo el mundo.