Transporte público suizo – 175 años recorriendo el país
Hace 175 años, la línea Spanisch-Brötli (panecillo español) entre Baden y Zúrich fue el primer ferrocarril que operó en Suiza. En la actualidad, el transporte público lleva a cientos de miles de personas al trabajo y a la escuela todos los días – aún en las regiones y valles más remotos de Suiza. El transporte público nos conecta y nos mantiene en movimiento, y ayuda a Suiza a alcanzar sus objetivos climáticos.
El 9 de agosto de 1847, la línea Spanisch-Brötli (panecillo español) entre Baden y Zúrich se convirtió en el primer ferrocarril que comenzó a operar en Suiza. El advenimiento del ferrocarril marcó el inicio de una era de desarrollo industrial, tecnológico, espacial y social. El transporte público en la Suiza de hoy es una red interregional de conexiones perfectamente cronometradas entre ferrocarriles, autobuses, tranvías, barcos y trenes de montaña que cuenta con la lealtad inquebrantable del público y de los políticos. La cantidad cada vez mayor de pasajeros es una muestra de la popularidad del transporte público: más de un millón y medio de personas por día usaban el transporte público suizo antes de la pandemia de coronavirus. Si consideramos que cada pasajero del ferrocarril en Suiza viaja un promedio de 2000 kilómetros por año, ¡no sorprende que los suizos sean una nación de entusiastas de los trenes!
Línea directa al éxito
El sistema de transporte público de Suiza es una historia de éxito sin igual, y no solo por el crecimiento en la cantidad de pasajeros. Es la alta calidad de los servicios de transporte suizos día tras día lo que convierte a este país en el mejor lugar del mundo para tomar el transporte público. La alta calidad se debe en gran parte a logros que los suizos hace mucho que dan por sentado, como horarios a intervalos regulares que permiten conexiones perfectamente cronometradas entre servicios por todo el país, abonos convenientes para los viajeros regulares, y algo que los suizos llaman “transporte directo”. Si bien el nombre no dice mucho, el principio del transporte directo hace de Suiza la envidia de los usuarios del transporte público de todo el mundo. Los viajeros en Suiza pueden comprar un boleto único que cubre todo el trayecto en cualquier modo de transporte público, y obtener un precio más conveniente que si compraran boletos para cada tramo del viaje. Por supuesto, no hace falta decir que también se puede reservar todo el viaje en una única aplicación y conseguir un pasaje con un importante descuento.
Diversidad de transporte público
Los servicios de transporte público llevan a las personas al trabajo y a la escuela, y a los visitantes y turistas (y por supuesto a los locales) a las regiones y valles más remotos de Suiza. La red sumamente interconectada de servicios de ferrocarril, autobús, tranvía, barco e incluso teleférico, con un horario a intervalos regulares, es única en el mundo. Unas 250 empresas de transporte trabajan juntas para brindar un servicio público fundamental que reúne a las personas y mantiene a Suiza conectada y abastecida.
Todos usan el transporte público
Como el transporte público es tan bueno, casi todos en Suiza son clientes fieles y usan el servicio para sus traslados diarios a sus obligaciones, en su tiempo libre o en vacaciones. Los políticos no son una excepción; el inicio de las sesiones del Parlamento Suizo en Berna se fija según los horarios del transporte público.
El éxito inigualable del sistema de transporte público de Suiza siempre ha sido un factor importante para el crecimiento económico del país. Si uno quiere promover la economía de una región, hay que hacerla accesible por transporte público, porque una ubicación accesible es esencial para atraer los negocios. El hecho de que las grandes áreas metropolitanas básicamente se estancarían si no expandieran constantemente los servicios de transporte muestra la enorme importancia económica de nuestro sistema de transporte público. Esta expansión ha llevado a una disminución en el uso de vehículos particulares y una mejor calidad de vida en los centros urbanos.
El abono de temporada: un pase histórico que perdura
Casi la mitad de los suizos cuentan con un abono para el transporte público. Lo asombroso es que estos pases, que tienen sentido en nuestros tiempos caracterizados por la movilidad, no son un invento reciente. El primer Generalabonnement, que permitía viajar en forma gratuita en (casi) toda la red de transporte público en Suiza, data de 1898. Quince ferrocarriles suizos participaban en el esquema. Casi tan antigua es la tarjeta introducida en 1891 que otorga un descuento del 50 por ciento en todos los boletos.
El boleto a un futuro sostenible
Además de ser la principal arteria de la economía y la sociedad suiza, el transporte público es limpio y tiene una alta eficiencia energética, lo que lo convierte en parte de la solución en la lucha contra el cambio climático. Los trenes en Suiza funcionan completamente a electricidad, casi 100% renovable y de centrales hidroeléctricas suizas.
Como el transporte público es muy eficiente en energía y produce bajas emisiones, es un contribuyente importante de los esfuerzos por alcanzar las metas climáticas. Transportar más pasajeros por vehículo no solo es mejor para el clima, también ocupa menos espacio. Los ferrocarriles y el transporte público en Suiza tienen una larga historia y seguirán desempeñando un papel importante en el futuro a medida que sigue creciendo la necesidad de un transporte confortable, amigable con el clima y eficiente desde el punto de vista energético.
175 años, un motivo para celebrar
Para marcar el 175 aniversario del transporte público en Suiza, la industria ha organizado cinco fines de semana conmemorativos en todo el país entre mayo y octubre de 2022. Más de 50 empresas de transporte participan en las festividades. Para más información, visite la guía online del festival (www.175-jahre.ch).