Democracia directa moderna

Por qué la democracia directa de Suiza es tan moderna

Cuando se trata de la co-determinación política de los ciudadanos, Suiza es el campeón mundial indiscutido. Más de un tercio de todos los referéndums realizados a nivel nacional en todo el mundo se han llevado a cabo en Suiza. Los orígenes históricos de la democracia directa en Suiza son tan interesantes como la naturaleza siempre actual de los derechos de los ciudadanos. Veamos en qué consiste.

Últimamente hay una tendencia creciente a llamar a referéndums sobre una amplia gama de temas: en lugares tan variados como Cataluña, Australia, California, Berlín, el Reino Unido y Turquía, en el pasado reciente se han llevado a cabo referéndums que en la mayoría de los casos desataron un alto grado de controversia. La tendencia es clara: además de elegir representantes que gobiernen en palacios presidenciales y en edificios parlamentarios en su nombre, a los votantes se les pide cada vez más que tomen posiciones sobre propuestas concretas en las urnas. Pero no son solo los temas que se votan los que disparan un debate público tan acalorado: las reglas de votación también son fuente de mucho desacuerdo. 

Según el politólogo uruguayo David Altman, uno de los expertos en democracia directa más importantes del mundo, esto no es sorprendente: "Los procesos de toma de decisiones de una democracia directa en última instancia permiten una distribución adicional y más fina del poder. Los que ya tienen gran poder de toma de decisiones en un sistema político en general se oponen a la introducción de procesos de democracia directa tales como la iniciativa popular y el referéndum". Esto también sucedió en Suiza, el pequeño estado federal en el corazón de Europa que hoy cuenta con los instrumentos más completos del mundo y la mayor experiencia, lo que hace que David Altman describa al país como el 'patrón de oro de la democracia directa'. En vistas de la tendencia mundial hacia una democracia más directa, Suiza sirve como modelo una y otra vez, y su experiencia es usada como referencia. Para una comparación significativa es importante considerar las raíces históricas y su desarrollo a lo largo del tiempo hasta el presente.

Votando © FDFA, Presence Switzerland

La Revolución Francesa: la cuna de la democracia directa 

Cuando se fundó la Suiza moderna en 1848 luego de una breve guerra civil entre cantones protestantes y católicos, la Constitución Nacional no conocía ni la iniciativa popular ni el referéndum.  

La invención de la democracia directa moderna, es decir, el derecho de los ciudadanos a participar en el proceso político de toma de decisiones y tener la última palabra, se remonta a la Revolución Francesa: allí, luego de la destitución del rey en 1792, el filósofo de la Ilustración y revolucionario Marqués de Condorcet fue electo secretario de una convención nacional constituyente. Allí consagró no solo el referéndum constitucional obligatorio 'vinculante', sino también el derecho de iniciativa popular 'progresista'. 

Pero ya en 1794 Condorcet cayó víctima de la agitación de la revolución y bajo el sistema político centralista actual de Francia solo se mantiene el plebiscito presidencial, reservado para las élites dirigentes. Lo que fracasó en Francia encontró terreno fértil en Suiza, el país vecino descentralizado: desde 1830, se incorporaron los derechos de los ciudadanos en las constituciones de casi todos los cantones de la Confederación antes de que fueran introducidos a nivel federal. Además de la descentralización del país, otro aspecto contribuyó también a que la democracia directa se afianzara en Suiza más rápido que en ningún otro lado, y que gradualmente se introdujera en todos los niveles de gobierno: la asamblea. Esta forma original de democracia directa se desarrolló en la antigua Atenas hace más de 2.500 años y ya se la practicaba en muchos pueblos y cantones suizos en la Edad Media. Aún existe en la actualidad en la forma de asambleas comunales y en los cantones de Glarus y Appenzell Innerrhoden como la Landsgemeinde.

Landsgemeinde
Landsgemeinde (la asamblea, forma original de democracia directa ) del cantón Glarus © FDFA, Presencia Suiza 

La Landsgemeinde como forma pre-moderna de la democracia directa

 

La imagen altamente simbólica y poderosa de la Landsgemeinde, con varios miles de ciudadanos levantando la mano para votar, puede a veces llevar a observadores de otras partes de Suiza y del extranjero a reducir la democracia directa a esta práctica pre-moderna, en la que prácticamente no existe el voto secreto. En efecto, la fuerza política de los derechos de los ciudadanos en la democracia directa se pone de manifiesto en un contexto mucho más contemporáneo, que poco tiene que ver con el tipo de democracia de asamblea directa, estrictamente limitada en tiempo y espacio. 

Landsgemeinde (direktdemokratische gesetzgebende Versammlung) des Kantons Glarus © FDFA, Presence Switzerland
Landsgemeinde (la asamblea, forma original de democracia directa ) del cantón Glarus © FDFA, Presencia Suiza 

Con las correspondientes reformas a nivel cantonal, los derechos de los ciudadanos en Suiza a nivel federal gradualmente se han expandido, refinado y modernizado en los últimos 150 años. Por ejemplo, el referéndum se incorporó en la Constitución Federal en 1874 como un instrumento de control para las leyes parlamentarias, y el derecho a las iniciativas constitucionales populares se agregó en 1891. En el curso del siglo XX se agregaron otras disposiciones, como los referéndums sobre tratados internacionales – en 1921 – y la posibilidad de votar sobre variantes. Esto consiste en que el gobierno y el parlamento de Suiza puedan presentar una contrapropuesta a las inquietudes específicas de una iniciativa popular. En este caso, el electorado puede votar SÍ a ambas propuestas (posible desde 1987) y luego indicar en una pregunta decisiva qué variante preferirían si se adoptaran ambas. Esta forma mejorada de votación demuestra claramente que el foco de la democracia directa de Suiza está en un diálogo orientado hacia las concesiones entre ciudadanos y autoridades, y no en una confrontación obstinada.

Einreichung einer Volksinitiative (dafür sind 100'000 Unterschriften von Stimmberechtigten notwendig) © FDFA, Presence Switzerland
Entrego de una iniciativa popular (se necesita 100.000 firmas de la población suiza con derecho de voto) © FDFA, Presencia Suiza 

Lucha feroz por la democracia (directa) 

Las formas en que los ciudadanos en Suiza pueden participar hoy en los referéndums también es moderna: así, es posible votar unas semanas antes del día de la votación. En la actualidad, más del 90 por ciento de todos los votos se emiten por correo o electrónicamente a través de Internet. Por lo tanto, los pocos centros de votación que se mantienen en general se ven bastante vacíos el día de las elecciones. A pesar del importante desarrollo pro-democracia observado desde la fundación del estado federal hace casi 170 años, muchas reformas en Suiza también encontraron inicialmente la resistencia de los que estaban en el poder. Un ejemplo doloroso de esto es la introducción del derecho general al voto para hombres y mujeres: mientras los hombres suizos mayores de edad (con restricciones hasta 1915) pudieron tener voz y voto en el país desde el comienzo, las mujeres suizas tuvieron que esperar hasta 1971 para acceder a este derecho – mucho más que en la mayoría de las otras democracias modernas del mundo. También se necesitaron varios intentos en las urnas para reducir la edad de voto a la actual de 18 años. A menudo, no solo la mayoría de los que ya tenían derecho de voto eran escépticos en cuanto a extender los derechos de voto a otras personas, sino también el parlamento nacional electo en Berna. Luego de la suspensión de los derechos de los ciudadanos durante la Segunda Guerra Mundial, una mayoría de los representantes del pueblo se expresó en contra de la reintroducción de la democracia directa. Por este motivo, ciudadanos comprometidos lanzaron la iniciativa popular por un retorno a la democracia directa en 1946, que finalmente se votó tres años después, el 11 de septiembre de 1949. Sólo el 50,7 por ciento del electorado votó a favor de esta propuesta que fue tan importante para el curso posterior de la historia. 

Abgabe eines Stimmzettels © FDFA, Presence Switzerland
Una persona votando en Suiza. © FDFA, Presencia Suiza 

Una vasta experiencia 

Estos ejemplos demuestran claramente que la democracia directa no es una cuestión de rutina, incluso en Suiza, campeón mundial de los derechos de los ciudadanos. Por el contrario, incluso en este pequeño país de más de 8,5 millones de habitantes, la implementación del derecho a la participación política directa, que también está consagrado en el Artículo 21 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, está constantemente en disputa. En Suiza, como en muchos otros países del mundo, el foco no está tanto en si se deben respetar los derechos del pueblo sino en cómo se debe hacer. Esto es particularmente evidente en el hecho de que hoy la mayoría de los estados del mundo tienen formas de democracia directa en sus constituciones, y desde 1980 en ocho de cada diez estados alrededor del mundo ha habido referéndums sobre cuestiones sustanciales. En vistas de esta rápida expansión y los problemas iniciales asociados, la vasta experiencia de Suiza se ha convertido en una importante fuente de información e inspiración para las democracias de todo el mundo.

Moderne direkte Demokratie