Nicolás de Flüe

San Nicolás de Flüe, una verdadera leyenda suiza

San Nicolás de Flüe podría ocupar el primer lugar en el salón de la fama suizo. Nicolás de Flüe, también conocido como el Hermano Klaus, fue una figura legendaria en vida y lo sigue siendo en la actualidad. Retrato de un pacificador que es admirado más allá de las fronteras de Suiza.

San Nicolás de Flüe tal vez no es tan conocido como Guillermo Tell o Heidi, pero tiene la gran ventaja de ser real. De hecho, su vida está bien documentada a pesar de los seis siglos que nos separan de los tiempos turbulentos en los que vivió, marcados por la Guerra de los Cien Años y las Guerras de Borgoña, y a pesar de lo alejado de su hogar rural, el cantón de Obwalden, que rodea el Lago Sarnen y está separado de la planicie suiza por el Monte Pilatus.

Esta estatua de madera de Nicolás de Flüe está ubicada en el ayuntamiento de Stans en el cantón de Nidwalden. Data de 1504, apenas 17 años después de su muerte, y es la estatua más antigua del anacoreta. © Keystone / Toni Schneiders

Santo patrono de la paz en el mundo

Roland Gröbli, autor de una biografía estándar, Die Sehnsucht nach dem 'einig Wesen'. Leben und Lehre des Bruder Klaus von Flüe (Rex Luzern, 2006, no traducido), confirma que contamos con abundantes fuentes históricas: "Tenemos cartas, historias contadas por viajeros y contemporáneos, y hasta libros. El primer libro que menciona a Nicolás de Flüe se imprimió en Augsburgo apenas un año después de su muerte. Estas fuentes nos permiten obtener una idea clara de quién era el hombre, sin olvidar que los contemporáneos de Nicolás vivieron hace más de cinco siglos y pensaban y veían el mundo muy diferente a nosotros".

Entonces, ¿quién era este gran hombre de uno de los cantones originales de la Antigua Confederación Suiza? ¿Qué hizo para atraer a miles de peregrinos a su ermita a lo largo de los siglos, y aun en la actualidad, y para merecer el título de santo patrono de Suiza y de la paz mundial? Para averiguarlo, debemos viajar al siglo XV, cuando la Edad Media se estaba acercando a su fin y la imprenta, la Reforma, la Reconquista y el descubrimiento de América colocaron a Europa en el centro del mundo durante más de cuatrocientos años.

Statue de Nicolas de Flüe
Estatua de Nicolás de Flüe en Boncourt, en el cantón del Jura

Crisis espiritual a los 50 años

Nicolás nació en 1417 en una familia de prósperos agricultores en la pequeña aldea de Flüeli, cerca del pueblo de Sachseln. Se convirtió en un ciudadano modelo y se desempeñó como juez en su cantón natal. También fue ciudadano-soldado en la joven Confederación de los ocho cantones, cuya independencia, sistema democrático y superioridad militar eran una espina en el costado de las grandes potencias monárquicas e imperiales que la rodeaban.

En su juventud, Nicolás era diferente a sus pares, tal como atestiguan los relatos de la época: "Hacía ayuno dos días a la semana, solo comía un poco de pan seco y peras deshidratadas", dice Philippe Baud, ex capellán en la EPFL, que escribió dos libros sobre San Nicolás de Flüe. A los 50 años, Nicolás tuvo una visión de que las preocupaciones mundanas estaban acaparando su vida espiritual y pidió la bendición de su esposa Dorothée y sus hijos mayores para abandonar el hogar y dedicarse a una vida ermitaña de contemplación. Le dieron la bendición. Cuando se dirigía al valle del Rin, donde planeaba retirarse del mundo, un granjero le dijo a Nicolás que regresara, ya que sostenía que podía seguir su vocación en su tierra natal. El futuro santo decidió retirarse a una ermita a unos cientos de metros del hogar familiar que había construido con sus propias manos 20 años antes. Pero en penitencia por la comodidad de vivir tan cerca de su familia decidió hacer ayuno y subsistió solo con agua y la Sagrada Eucaristía durante los últimos 19 años de su vida. Esta proeza del ascetismo marcó una profunda impresión en sus contemporáneos y es sin duda una de las razones de su fama.

Nicolas de Flüe maison
Luego de casarse con Dorothée, Nicolás construyó la casa que sería su hogar y donde tendrían diez hijos. La casa aún se mantiene en muy buen estado, al igual que la casa donde nació.

Sin él, Suiza tal vez nunca habría existido

Si la posteridad ha venerado la memoria de este anacoreta analfabeto (en aquella época, pocas personas sabían leer y escribir fuera del clero) es menos por su ascetismo que por el sabio consejo que dio, que como todos saben salvó a Suiza en un momento de peligro nacional. En 1481, los ocho cantones estaban en conflicto por la despareja distribución de los botines de su victoria sobre Borgoña. Los cuatro cantones de las ciudades estaban enfrentados con los cantones rurales, que se oponían a la inclusión de Friburgo y Soleura en la Confederación. Nicolás fue convocado para mediar y su intervención permitió un final casi milagroso de la crisis. El emperador de Austria, el duque de Milán y otros potentados alpinos también enviaron representantes a Obwalden. En un mundo que atravesaba un cambio profundo, el Hermano Klaus era la mejor y la última esperanza de preservar la paz, a mitad de camino entre el cielo y la tierra, entre la Edad Media y la modernidad.  Nicolás era la versión suiza de Buda, el Dalai Lama y Gandhi en una misma persona.

Hasta el límite de su vocación

¿Nicolás era una expresión del espíritu suizo? "Sí, absolutamente", dice Roland Gröbli sin dudarlo. "Todo ser humano es influenciado y a su vez influye en su entorno. Nicolás de Flüe no era una excepción. Esto plantea la pregunta de si su exitosa mediación en la Dieta de Stans fue sobre todo el resultado de un acuerdo político típicamente suizo o si él desempeñó el papel decisivo". Para Philippe Baud esto es seguro: Nicolás ni buscó ni esperó el éxito. "Cuando Nicolás eligió una vida de reclusión, nunca imaginó que su ermita atraería multitudes de peregrinos durante su vida y mucho después de su muerte. La gente del valle trataba de protegerlo de estos intrusos. Para mí, este hombre es importante no por lo que dijo sino por lo que era: siguió su vocación, y su humanidad, hasta el límite".

Museum Bruder Klaus Sachseln
El Museo Bruder Klaus Sachseln en Obwalden está dedicado a Nicolás de Flüe y se encuentra en uno de los edificios más hermosos del cantón. www.museumbruderklaus.ch


Este artículo de Philippe Clot fue publicado por primera vez en « L’Illustré » en enero de 2017