Romansh

¡Allegra! Una mirada al Romanche, el cuarto idioma de Suiza

La cuarta lengua nacional de Suiza sigue siendo un misterio a los ojos del mundo… e incluso a los ojos de muchos suizos. El romanche se habla casi exclusivamente en el Cantón de los Grisones y rara vez llega a los oídos de otros suizos. Sin embargo, forma parte de la identidad suiza y goza de reconocimiento como lengua nacional y oficial. Hoy, este patrimonio cultural se encuentra en riesgo. Su uso se está reduciendo a pesar de las medidas para revivirlo, ya que tiene que competir con el alemán suizo.

Según un estudio de la Oficina Federal de Estadísticas, el 0,5% de los suizos seleccionó el romanche como uno de sus idiomas principales en 2019 comparado con 1,1% en 1910. Es decir, en un siglo la proporción de personas que hablan romanche se redujo a la mitad. Sin embargo, el romanche sigue siendo muy utilizado en dos partes de los Grisones: el valle de Surselva y la Baja Engadina. Los hablantes de romanche tienen la particularidad de ser todos bilingües ya que también hablan otra lengua nacional.  De hecho, los Grisones es el único cantón suizo con tres lenguas oficiales: alemán, romanche e italiano.

Zuoz/Oberengadin © Joachim Kohler Bremen

¿De dónde viene el romanche? Es una lengua romance, como el italiano, el francés y el catalán. En el año 15 a.C. los romanos conquistaron la provincia de Recia, que incluía el actual territorio de los Grisones. El Rumantsch es un legado de la lengua vernácula de los soldados y colonos, y recibió la influencia del idioma autóctono. Hasta el siglo XV, la mayoría de la población de los Grisones lo hablaba. Luego que se la ciudad de Coira (Chur) se incendiara en 1464, comenzó un proceso de germanización bajo la influencia de las mujeres germanoparlantes involucradas en la reconstrucción de la ciudad. Así, la comunidad de habla romanche perdió su centro lingüístico y cultural. Claramente, la competencia lingüística entre las lenguas germánicas y romances no es algo nuevo en la región.

Romanche: una norma, varias variedades regionales

Al igual que el suizo alemán, el cuarto idioma nacional del país no es una lengua unificada, pero aun así las personas que hablan las diferentes variedades (a su vez divididas en diversos dialectos) pueden entenderse entre sí. La mayoría de los lingüistas dividen al romanche en cinco variedades mayoritariamente orales: sursilvano, sutsilvano, surmirano, puter (alto engadino) y vallader (bajo engadino). Todas ellas existen en forma oral y escrita, tienen una tradición literaria de más de 400 años, y poseen su propia gramática y sus propios diccionarios. Esta diversidad se debe a la fragmentación de las comunidades en una región famosa por sus 150 valles. No ha surgido un único centro cultural y las cinco variedades reconocidas oficialmente son consideradas iguales.

Parque nacional Suizo

Esta diversidad fue un problema cuando el romance se convirtió en lengua oficial, ya que para que fuera utilizado en la administración pública se requería una norma escrita común. Esto llevó a la creación del romanche grisón en 1982 por parte del Profesor Heinrich Schmid. Los hablantes de romanche, que se mantienen aferradas a su propia variedad, siguen resistiendo esta nueva versión.

Reconocimiento como lengua oficial

En el siglo XIX, el Cantón de los Grisones alentaba a los hablantes de romanche a que aprendieran alemán. Esta iniciativa no era bien aceptada: las personas se expresaron en defensa de su idioma y en 1919 se fundó la Lia Rumantscha, la organización para la preservación y la promoción del romanche.

pasaporte suizo

Luego de una larga lucha, el romanche se convirtió en la cuarta lengua nacional suiza en 1938, cuando el pueblo suizo votó por este reconocimiento con una mayoría del 91,6%.  Recién se convirtió en lengua oficial, garantizando el derecho de los hablantes de romanche a utilizarlo en cuestiones administrativas, en 1996. No obstante, su uso sigue siendo limitado y los textos oficiales no siempre se traducen. Si bien los hablantes de romanche pueden escribir a la administración pública en su variedad regional respectiva, siempre recibirán una respuesta en romanche grisón.

El romanche, una lengua viva

El romanche carece de visibilidad en otras partes de Suiza. Sólo se lo enseña en un pequeño número de universidades, como en Friburgo, Ginebra y Zúrich, y en el siglo XX la industrialización en el cantón de los Grisones y el aumento del turismo hicieron que la población local favoreciera el suizo alemán por sobre el romanche. No obstante, aún lo hablan unas 60.000 personas y cuenta con su propio medio llamado Radiotelevisiun Svizra Rumantscha, que se transmite en canales suizo alemanes y está disponible online.

Radiotelevisiun Svizra Rumantscha
© Radiotelevisiun Svizra Rumantscha

La Lia Rumantscha, la entidad que promueve este idioma y está en gran parte financiada por la Confederación Suiza y el Cantón de los Grisones, coordina varias iniciativas como por ejemplo, clases de romanche para inmigrantes de habla portuguesa, para ayudarlos a integrarse a los Grisones y alentar el uso de este idioma. El Microsoft Office se tradujo en 2006, permitiendo a los hablantes de romanche escribir textos con la ayuda del corrector ortográfico basado en el romanche grisón. Escritores, cantantes y raperos también producen obras en sus dialectos, y en el campo de la educación, cada comuna de los Grisones tiene la libertad de escoger su lengua oficial y el idioma de la educación. De este modo, algunas escuelas ofrecen a sus alumnos una educación bilingüe.

Raíces extendidas

El futuro de esta lengua no se juega únicamente dentro de los límites de los Grisones. Un número importante de hablantes de romanche abandonan su cantón de origen para proseguir sus estudios o por motivos profesionales. Actualmente, casi el 40% vive fuera del cantón. La diáspora es particularmente importante en Zúrich, la ciudad universitaria más cercana, donde viven cerca de mil hablantes de romanche.

Chasa Rumantscha
Chasa Rumantscha © Mattias Nutt/Lia Rumantscha

Esto lleva a una pregunta crucial: ¿estos ‘emigrantes’ conservarán su lengua nativa o la dejarán atrás en su nueva vida? Muchos están aferrados a su cultura y se están lanzando nuevas iniciativas, como la creación de guarderías infantiles de habla romanche en Zúrich y clases para niños dictadas por la asociación Quarta Lingua en Zúrich y Basilea. Esto abre el camino para que el idioma sea transmitido a las generaciones más jóvenes y así asegurar su supervivencia.

Poema en romanche: Sper via

Sper via, Gian Fontana, 1897 - 1935
Gian Fontana, 1897 - 1935