Agricultura 4.0 - la revolución de la agricultura inteligente
La agricultura, como otros sectores de la vida económica, está atravesando una transformación de sus métodos gracias al desarrollo de tecnologías cada vez más avanzadas, métodos que ahora reciben el nombre de agricultura inteligente.
Todas las áreas de la agricultura se ven afectadas por las nuevas tecnologías: el suelo, el agua, el manejo de los cultivos y el ganado, la protección de las plantas, la salud animal, la mecanización… La agricultura inteligente apunta a aumentar la eficiencia de los establecimientos agrícolas, optimizar procesos, mejorar los rindes y minimizar su impacto sobre el medio ambiente. Esta es una revolución con muchas ventajas que Agroscope, el centro de competencia de la Confederación Suiza para investigación agrícola, está estudiando con el objetivo de mejorar la competitividad de la agricultura suiza.
¿Qué significa la agricultura inteligente en Suiza?
El término ‘agricultura inteligente’ a menudo evoca la imagen de robots ultra sofisticados trabajando en enormes establecimientos agrícolas rodeados de tierras de cultivo intensivo que se extienden hasta donde alcanza la vista; una imagen muy alejada de Suiza y sus pequeñas granjas, sin mencionar sus tierras de pastoreo en las montañas.
Pero según Thomas Anken, jefe del grupo de investigación que trabaja en producción digital en Agroscope, “la agricultura inteligente también se aplica en Suiza. Si una técnica nueva ofrece un verdadero valor agregado a los agricultores, también se la utiliza en las granjas pequeñas”. El futuro de la agricultura no depende únicamente del desarrollo de robots y máquinas más poderosas, sino además de sistemas de sensores inteligentes que monitorean con precisión los parámetros relevantes e interpretan su desarrollo. Explica Anken: “Toda esta nueva tecnología en el futuro debe ser capaz de brindar a los cultivos, las plantas y los animales exactamente lo que necesitan, cuando lo necesitan”. La agricultura inteligente, por lo tanto, es la promesa de mayor eficiencia, menos agentes de protección de cultivos, detección temprana de enfermedades en animales y productos de mejor calidad, por citar solo un argumento.
RumiWatch y Agrométéo: los expertos de Agroscope le encuentran un uso rentable a la digitalización
¿En qué están trabajando los expertos en agricultura inteligente?
Agroscope basa su trabajo en colaboraciones e invierte en numerosos proyectos en sociedad con institutos de investigación, universidades y empresas privadas, incluyendo start-ups. “La agricultura inteligente requiere mucha cooperación con el sector privado, es decir, con empresas tanto nacionales como internacionales”, explica Thomas Anken. Un ejemplo es el proyecto RumiWatch, que incluye una colaboración entre Vetsuisse de la Universidad de Berna y la empresa Itin & Hoch: “Gracias a un bozal y un podómetro, ambos equipados con sensores, es posible recolectar datos a largo plazo sobre el comportamiento, los movimientos y los hábitos alimenticios de una vaca. Estos datos luego son analizados e interpretados por el programa RumiWatch”. El objetivo a más largo plazo de los investigadores es permitir que el programa informe al productor agropecuario cuando el animal comienza a comportarse de manera anormal. Esto permitiría atender con más rapidez a un animal enfermo y así limitar el uso de antibióticos, lo cual sería bueno para el animal y ayudaría en la lucha contra la resistencia a los antibióticos. Además, los datos deben permitir encontrar la mejor fórmula para mejorar los excelentes productos suizos, como sus famosos quesos.
Otro ejemplo es la plataforma web Agrométéo: monitorea la evolución del moho, poblaciones de insectos, el desarrollo fenológico del trigo, etc., y se recoge toda la información necesaria para la protección de las plantas en un único lugar para los productores agrícolas. Las diferentes aplicaciones sirven para ayudar en la toma de decisiones para el manejo de los problemas de protección de las plantas que se encuentran en los cultivos a gran escala, la viticultura y la arboricultura. Pierre-Henri Dubuis, un científico que trabaja en los campos de la micología y la biotecnología, lo explica así: “Se trata de trabajar en asociaciones a nivel nacional con los cantones y los productores, y también a nivel internacional con institutos de investigación. Esto es lo que venimos haciendo desde hace más de diez años. Gracias a la combinación de datos meteorológicos, resultados de investigación y observaciones, hemos desarrollado algoritmos y modelos de pronósticos. Esta plataforma es una verdadera herramienta de trabajo para ayudar a luchar contra plagas y enfermedades en los cultivos de forma más efectiva”. Aquí también la tecnología nos permite limitar el uso de insumos y así preservar el medio ambiente y mantener los costos de los agricultores bajo control.
Por lo tanto la investigación se concentra intensamente en el uso de ‘big data’. Los datos, recogidos por objetos inteligentes provistos de sensores y conectados entre sí y luego analizados por algoritmos, deben finalmente facilitar el uso eficiente de los recursos, que también se adapten en forma óptima a los fines deseados. “El objetivo es que los datos que un ordeñador robótico obtenga sobre una vaca, por ejemplo, permitan que el robot que suministra el forraje adapte la ración a las necesidades del animal en cuestión. Todo esto gracias a algoritmos y sin necesidad de que intervenga el granjero”, explica Christina Umstätter, jefa del grupo de investigación en Agroscope.
¿Agricultura inteligente o agricultores high-tech?
Gracias a estas tecnologías los agricultores están desarrollando nuevas habilidades en el uso de numerosas aplicaciones y de la información generada por los sistemas disponibles. Esto no es siempre fácil para la gente que trabaja en el campo. En Agroscope se están llevando a cabo estudios para determinar si existe una barrera psicológica, una especie de resistencia por parte de los productores que pueden ver en estas tecnologías un choque con la propia naturaleza de su ocupación. El centro de investigación le da mucha importancia a este tema. Thomas Anken explica: “Es importante tener siempre en cuenta que la tecnología debe facilitarles la vida a los humanos por sobre todas las cosas. Por ejemplo, si desarrollamos una aplicación, tiene que tener una interfaz que sea lo más sencilla posible”. El teléfono inteligente también es un activo importante que el productor agropecuario puede utilizar como herramienta de trabajo mientras se desplaza por su establecimiento. “Los investigadores son conscientes de que tienen que asegurarse de que los dispositivos funcionen bien antes de ponerlos en servicio. Las fallas inevitablemente aumentan los niveles de estrés de los productores y anulan los beneficios de estas tecnologías”.
Por lo tanto las nuevas tecnologías se introducen no solo para revolucionar la agricultura sino toda la cadena alimenticia. No obstante, la agricultura inteligente no es un sustituto de la experiencia de los agricultores, su amor por su trabajo y su formación profesional. Por lo tanto, la gran cantidad de ventajas que ofrecen los desarrollos tecnológicos no impiden que los investigadores de Agroscope y sus numerosos socios mantengan a las personas en el centro de sus preocupaciones.
