El queso suizo con sabor musical
Society
Cuando un suizo o una suiza viajan al extranjero, las probabilidades de que se mencione el queso en los primeros cinco minutos de una conversación son casi tan elevadas como que se hable sobre chocolate o las montañas. Debe decirse que el queso es una parte fundamental del patrimonio de Suiza. Desde el Emmentaler al Appenzeller, desde el Gruyère al Sbrinz, pasando por el Tête de Moine y el Vacherin, cientos de variedades reflejan un savoir-faire que se fue construyendo a lo largo de los siglos. Pero si bien la elaboración del queso suizo se mantiene fiel a sus raíces, aún hay mucho espacio para la innovación y la creatividad, con nuevas variedades que se van introduciendo y métodos de elaboración que se actualizan constantemente. Prueba de ello es la última sorprendente (pero totalmente seria) iniciativa: el uso de música durante el proceso de maduración. Pero dejando de lado la química y la magia: ¿la música rock produce un queso más sabroso que las arias de ópera?